Paysandú, Domingo 14 de Diciembre de 2008

La voz del público

Locales | 07 Dic MURIO «SENTIDO
COMúN» (Q.E.P.D.)
Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, Sentido Común, que ha estado entre nosotros durante muchos años.
Nadie sabe a ciencia cierta qué edad tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido con los vericuetos de la burocracia.
Será recordado por haber sabido cultivar valores como que «hay que trabajar para poder tener un techo propio» y que «se necesita leer todos los días un poco», para saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices y también para reconocer la validez de frases tales como «la vida no es siempre justa» y «tal vez haya sido yo el culpable».
Sentido Común vivió siempre bajo simples y eficaces consignas, como «No gastes más de lo que ganes» y estrategias parentales confiables como «los adultos, no los niños, están a cargo». Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron bien intencionadas. Pero ineficaces informes respecto de un niño de 6 años acusado de abuso sexual y haber dado un beso a una compañera de clase; adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga y una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplinado, solo hicieron que empeorara su condición.
Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros solo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus intolerables hijos.
Declinó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una aspirina, poner protector solar o colocar una curita a un alumno o colocar un pañal. Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los 10 mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en infames negocios y cuando los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas. Para Sentido Común fue un duro golpe saber que uno ya no puede defenderse de un ladrón en su propia casa. ¡Pero sí que el ladrón pueda demandarnos por agresión y que si un policía hiere o mata a un ladrón (incluso si éste estaba armado), sea inmediatamente investigado por exceso de defensa o acusado de gatillo fácil!
La muerte de S.C. fue precedida por la de sus padres —Verdad y Confianza—, la de su esposa –Discreción—, la de sus hijas —Responsabilidad y Justicia— y la de su hijo Raciocinio
Lo sobreviven sus espantosas hermanastras: «Llamen a mi Abogado, yo no fui», «No te metas» y «Soy una víctima de la sociedad». No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido. Si aún lo recuerdas, presta el diario a toda la gente que puedas.
De lo contrario, únete a la mayoría ¡… no hagas nada!!
Uno ya no sabe cómo descargar tanta impotencia, tanto estupor ante tantas realidades sociales como las comentadas más arriba y ni qué hablar ante la ola real (y ¡me vienen con sensación!) de inseguridad, de —como decía antes— ver con asombro que los chorros tienen más derechos y defensas que los ciudadanos honorables; que un policía que por fin nos hizo sentir protegidos por defenderse y herir a un ladrón haya terminado preso y no hubo de marcha por 18 que moviera un pelo a nuestros representantes parlamentarios...
Pero claro, mientras los lunes los vemos aún en la ciudad y los jueves ya están de vuelta, nunca trabajando 8 días al mes lograremos efectividad a la hora un cambio. Ahora bien...quién puede hacer el cambio: el policía que hace el procedimiento, el juez que los hace salir por la misma puerta que entraron, pero ya sin las esposas que los unían, pues una ley así lo dispuso, o los señores diputados, únicos con poder para ello.
Cambio por el cual este gobierno me pidió el voto para tener mayoría en el Parlamento y así hacer leyes efectivas sin oposición que las entorpezca... ¡Vaya si fuimos ilusos, cag… de miedo cada vez más mientras la ministra matea tranquilamente en el programa de Omar Gutiérrez minimizando los hechos!
Hoy Paysandú es zona liberada desde el Trébol hasta el río y desde el aeropuerto hasta la autobalsa. Es difícil encontrar una persona que no haya sido víctima de un robo, de las más diversas formas.
Y sé que ésta solo es una carta más de tantas que se han escrito y se seguirán haciendo, pero como nuestros queridos y respetados gobernantes de arriba de cien palos mensuales están ya muy abocados a la próxima elección y así seguir reuniendo un lindo pasar económico para el futuro, sé que ni pelota van a dar.
Solo me resta decir que espero que lo que me comentaron acerca de que el chorro baleado por el policía ahora cobra una pensión vitalicia por la bala que recibió, solo sea una gran mentira...Porque de ser verdad, estamos perdidos. Amén.
Apesadumbrado


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