Locales | 13 Dic En planteo presentado ante la Junta Departamental el edil nacionalista Rubens Francolino insiste en que hay que encontrar una solución «al estado deplorable de las veredas».
Recordó en su planteo las reiteradas oportunidades que ha tocado el tema y también que «mientras la Intendencia no termina de incorporar técnicos a su desbordante planilla de funcionarios o de recurrir a costosas auditorías para que le digan cómo conformar una adecuada distribución de su territorio urbano, las veredas que constituyen la principal ‘muestra urbanística’ de cualquier ciudad del mundo, aquí se caen a pedazos. Se han transformado en una molienda de mosaicos, verdaderas trampas para transeúntes obligados —en extensos tramos-- a bajar a la calle con el consiguiente riesgo, especialmente para la gente mayor». Añadió que «una vez que se han perdido algunos mosaicos de las aceras, levantadas por las raíces de los árboles que ya han cumplido su ciclo de vida o simplemente porque se han roto, se siguen despegando los demás. Ello multiplica trozos que, entre otras cosas, sirven de proyectiles para los vándalos o de los inconscientes que ‘juegan’ a tirárselos a otros».
«En esta misma Junta hemos reiterado argumentos y el compromiso de seguir tratando el tema, porque nos creemos con autoridad para hacerlo, desde el momento en que oportunamente le presentamos a la Intendencia un anteproyecto para la recuperación de nuestras veredas, con participación activa de los privados y condiciones de beneficio otorgadas por ello, sugiriendo recursos presupuestales y algunos que prometimos aportar (lo que hicimos) cuando nos tocó presidir este cuerpo deliberativo, al que ahorramos 150.000 dólares en sus gastos anuales para sumar ese aporte a los pasos iniciales de una gran tarea de reconstrucción de veredas en Paysandú». También manifestó que «lo irritante es que los organismos oficiales que deberían dar el ejemplo no lo hacen y mantienen en el frente de sus dependencias aceras en deplorable estado, todo ello ante la pasividad de la Intendencia que nada les reclama y a nada los obliga. Claro que para hacerlo, debería primero dar el ejemplo y corregir las de su directa responsabilidad, reconstruyendo veredas como la de la Plaza de Deportes, por citar un solo ejemplo. Son estas precisiones que formularemos una y otra vez hasta que se tome conciencia que el tema de las veredas es de una trascendencia inusual en una ciudad que luce desprolija y sucia por doquier, situación que debe revertirse a costa del mayor esfuerzo que indudablemente corresponde al cometido específico del municipio».