Paysandú, Domingo 21 de Diciembre de 2008

Nadie es perfecto

Estaré en casa para Navidad

Locales | 21 Dic (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos). El viernes cayó la primera gran nevada de la temporada, con varios centímetros de nieve acumulados, accidentes por aquí y por allá y dificultades en el tránsito. Esto asegura una “Navidad blanca”  en los hogares de buena parte de Estados Unidos, en el norte y noroeste. Más de 650 vuelos fueron cancelados en los tres aeropuertos cercanos a Nueva York, debido a una fuerte nevada que dejó unos 30 centímetros de nieve sobre Manhattan.
La intensa tormenta invernal es la primera nevada fuerte de esta temporada, que dejó sin electricidad a miles de hogares y obligó a clausurar escuelas desde Nebraska y Michigan hasta New Jersey, Nueva York y Nueva Inglaterra.
Esta será la primera Navidad en recesión en muchos años, pero de todas maneras, habrá regalos, buena comida y música suave. Faltarán, al menos en New Jersey, donde están prohibidos, los fuegos artificiales.
Y para los latinoamericanos, faltara no solamente la “verdadera” fiesta de Nochebuena, la música a todo volumen, el calor que invita a ver el amanecer, sino especialmente los afectos. Porque aunque es cierto que muchos inmigrantes han tenido la suerte de ir haciendo posible que otros miembros de la familia se afinquen en tierras gringas, de todas maneras, el paisito, la tierra de uno, la patria chica, el barrio y la casa familiar siempre están presentes en el corazón, en la mente y sirven de guía para el esfuerzo cotidiano.
La Navidad ya golpea la puerta una vez más. Y dicen que el viejo Papá Noel anda adelgazando unos kilos para poder descender por las chimeneas a llenar las casas de regalos.
No obstante, de acuerdo a encuestas de mercado, y al sentido común, los estadounidenses gastarán menos dinero en  regalos este año, quebrando la tendencia apreciada hasta el año pasado, en que la cifra crecía sin pausa, Navidad tras Navidad.
Y entre los regalos, creció la venta de videojuegos, al tiempo que aumentó considerablemente la venta de tarjetas de regalo, un práctico obsequio que permite que el beneficiario elija lo que quiera, dentro del rango otorgado por la tarjeta.
Como si los comercios, desde las grandes cadenas de tiendas por departamento al negocio minorista, tuvieran pocos problemas ante las magras ventas, la reciente tormenta de nieve mantuvo a posibles compradores en sus casas.
Precisamente ayer sábado, conocido como el Súper Sábado, por ser el anterior a Navidad.
El año pasado se registraron ventas por un total de 8.700 millones de dólares, pero este año no se esperaba siquiera acercarse a esa cifra, aunque dos tercios de los estadounidenses aún deben terminar con sus compras navideñas, y 44,5 millones de consumidores ni siquiera han empezado. En tanto, más allá de las fiestas tradicionales, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, eligió a la congresista hispana Hilda Solís como su secretaria de Trabajo y al republicano Ray LaHood al frente de Transporte, con lo que prácticamente deja completado un Gabinete caracterizado por la diversidad.
A falta de nombrar al equipo que se ocupará de Inteligencia, que según la prensa estadounidense podría encabezar Dennis Blair como director nacional, el futuro Gobierno de Obama es el de mayor diversidad étnica de la historia de su país.
La Administración tradicional en la que los hombres de raza blanca son mayoría deja paso a un Gobierno en el que figuran por primera vez tres latinos: además de Solís, Bill Richardson en Comercio y Ken Salazar al frente de Interior.
También habrá cuatro personas de raza negra: el secretario de Justicia, Eric Holder; la embajadora ante la ONU, Susan Rice; el representante de Comercio Exterior, Ron Kirk, y la responsable de la Agencia de Protección Medioambiental, Lisa Jackson. Hay también numerosas mujeres: además de las ya citadas, Janet Napolitano se hará cargo de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado recaerá en manos de la antigua rival en las primarias, Hillary Clinton.
En sus nombramientos, Obama también ha querido tender una mano a los republicanos, que contarán con dos carteras: junto a LaHood estará Robert Gates, que ha aceptado continuar en su cargo al frente del Departamento de Defensa.
La recesión está aquí, la crisis se avizora, y no es algo que ponga temor en los latinos, acostumbrados a lidiar con ella desde el primer llanto al último suspiro, aunque sí existe preocupación por la pérdida de fuentes laborales.
Pero la crisis no opacará Nochebuena y menos Navidad. Aquí, tanto como allá, en el paisito, habrá festejo. Aquí entre la nieve, allá transpirando. Aquí extrañando lo que nunca se ha dejado, allá extrañando los que se han venido al exilio.
Pero, de todas formas, estaré en casa para Navidad. “Por favor, ten nieve, muérdagos y regalos bajo el árbol./ Navidad me encontrará donde la luz del amor resplandece./ Estaré en casa para Navidad”.
Cuando Bing Crosby grabó “Estaré en casa para Navidad” (I’ll be home for Christmas) en 1943, millones de estadounidenses se sintieron profundamente consustanciados con esa canción, en medio de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, aunque en inglés, es una canción que se mete en el alma de todo inmigrante. “Estaré en casa para Navidad. Aunque solo sea en mis sueños”. Es una ilusión, pero esta ha sido y es motor de lo mejor de este loco mundo. No hay dudas. Estaré en casa para Navidad.


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