HISTORIA: 1917

Locales | 22 Dic La crónica publicada por EL TELEGRAFO el martes 3 de julio de 1917 continúa de la siguiente manera:
“Alfalfares y avenales van sucediéndose casi sin interrupción cruzados por plantíos de tangerinos y salpicados a ratos por grupos de corpulentos eucaliptus. Uno de estos yace abatido por el hacha del leñador que le ha sacado la corteza. El tronco ha quedado con el aspecto de un animal enorme al que se le hubiera sacado el cuero”.
“En algunos puntos se ha dejado como muestra algún ejemplar de la flora criolla. Un espinillo que se levanta solo, en el centro de algún pequeño prado extendiendo a poca altura del suelo, su enmarañada copa llena de espinas y zarzas”.
“En el tren vienen algunos estancieros y comerciantes en ganado del Salto. En las estaciones intermedias se van agregando otros que acuden a la liquidación de la estancia “Los Viraroes” atraídos por la propaganda sabiamente hecha por los encargados de realizarla”.
“Llegamos con algunas horas de retraso a Estación Algorta. Allá la comitiva es engrosada con nuevos contingentes, casi todos conocidos, entre los que se establecen rápidas relaciones. Nos encerramos en el vagón huyendo del frío ‘cuasi’ siberiano que se siente en el andén. No falta quien apela al heroico remedio del wisky para ver si logra contrarrestar la temperatura. La conversación se hace general versando sobre la baja de los ganados que se mandan a tablada y sobre las exorbitantes ganancias que realizan los frigoríficos a costillas de los hacendados del país que están esperando el tan sonado repunte que se viene anunciando desde hace tanto tiempo sin que hasta ahora se tenga esperanzas que esto pueda suceder”.