Locales | 22 Dic La instrumentación del bono de 300 pesos instituido por el Banco de Previsión Social para la canasta de fin de año a los pasivos ha significado una inyección adicional de dinero en las fiestas tradicionales en Paysandú, que se estima alcanzaría al millón y medio de pesos por concepto de unos cinco mil bonos, según estimaciones realizadas en el Centro Comercial e Industrial de Paysandú, que coordina con el Banco de Previsión Social la instrumentación de este sistema en Paysandú.
La institución empresarial ya ha enviado al BPS bonos por unos 520.000 pesos correspondientes a compras realizadas por los pasivos de menores recursos en los 42 pequeños comercios que se inscribieron en el Centro Comercial a efectos de participar en este esquema, y se espera en pocos días completar el trámite del resto de los bonos utilizados en los comercios locales.
El presidente de la institución, Andrés Mannise, precisó a EL TELEGRAFO que el Centro Comercial participa como intermediario en su calidad de integrante de la Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU), que es una federación de centros comerciales del Interior que participó en las reuniones con el Banco de Previsión Social y representantes del gobierno para instrumentar este sistema de canasta.
Los comercios legalmente instalados se inscribieron en el Centro Comercial para operar con los bonos, y la institución en su momento remitió la lista al Banco de Previsión Social a efectos de habilitar que recibieran los bonos de los pasivos. De acuerdo a lo que han manifestado varios comerciantes, todavía tienen muchos bonos en su poder, y están esperando para remitirlos todos juntos para el correspondiente cobro en su momento.
Mannise evaluó que naturalmente, el hecho de que se vuelquen a la plaza aproximamente un millón y medio de pesos adicionales por estas fechas, que se suman al medio aguinaldo y retroactividad salarial que se paga a los trabajadores, tiene un efecto muy beneficioso en cuanto a ventas, aunque señaló que todo indica que con posterioridad a este período se ingresaría en la meseta tradicional del verano, aunque hay expectativas cifradas en el movimiento turístico.
Ante estos elementos, consideró que recién en marzo se podría evaluar la tendencia que presenta la plaza en cuanto al movimiento comercial y económico, en esta oportunidad signada por la interrogante sobre la entidad que podría tener la repercusión en nuestro medio de la crisis financiera internacional.