Deportes | 24 Dic Pese a perder ante Tigre 1 a 0, este resultado le permitió a Boca, por diferencia de goles, la consagración como mejor del Torneo Apertura del fútbol argentino, en el partido decisorio del triangular final, que comenzó a decidirse cuando el triunfo 3 a 1 de Boca sobre San Lorenzo, y quedar los tres igualados en puntos.
El encuentro no tuvo, al menos en el primer tiempo, toda la vibración de una final como realmente lo era, pero en el segundo apareció el equipo dirigido por Diego Cagna dispuesto a buscar el triunfo que era lo único que le servía.
Lo encontró a los 22 minutos del segundo tiempo cuando Lázaro aprovechó un error del meta xeneize García para cabecearle casi entre las manos del meta y anotar el que sería el único gol del partido. De ahí en más los de Victoria salieron a buscar el segundo gol, ya que este resultado no les alcanzaba, para dar vuelta la historia pero hubo apresuramiento en la definición y los auriazules, orientados por Carlos Ischia, lograron controlar a su adversario. A la vez aprovecharon el adelantamiento de varios hombres de Tigre, para llegar con peligrosidad sobre el arco de Ardente.
El meta tuvo destacadas intervenciones para mantener el cero en su arco, pero arriba los delanteros del equipo que llegaba como punto a la cancha de Racing y que, finalmente, no pudieron concretar la segunda conquista que pudo revertir la historia.
Tigre fue un digno vicecampeón que terminó ovacionado por sus parciales. La Copa fue para Boca que festejó largamente la titulación.