Paysandú, Viernes 26 de Diciembre de 2008

Las dificultades para las empresas pequeñas

Opinion | 21 Dic Con una enorme mayoría del empresariado uruguayo constituido por micro, pequeñas y medianas empresas que se enmarcan en la categoría de Mpyme, micro, pequeñas y medianas empresas que nuclean también el grueso de la fuerza laboral del país, la suerte de numerosas familias y de la trama socioeconómica del país depende de la situación de estas empresas, por lo que todo lo que se haga por beneficiar al sector será en favor del interés general. De ahí que resulte por lo menos inquietante el informe que surge de la “Encuesta Nacional de Mpyme Industriales y de Servicios”, efectuada por la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas empresas (Dinapyme) del Ministerio de Industria, el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, y Teresa Herrera y Asociados Consultoría, que da cuenta de un panorama que no es halagüeño, desde que muestra una serie de debilidades y carencias que seguramente se agudizarán cuando termine de instalarse en el país la crisis financiera internacional.
Indica el informe que las micro, pequeñas y medianas empresas surgen en gran número en nuestro país, aunque también tienen alta probabilidad de fracasar. Agrega que se trata de iniciativas cuya actividad se restringe prácticamente al mercado interno, pero que la mayoría de estas firmas no aprovechó estos años de expansión económica para consolidarse.
A la vez, como regla general las Mpyme se financian casi exclusivamente con las mismas ganancias que generan, son desarrolladas principalmente por personas de nivel educativo medio y las más de las veces prescinden de asesores técnicos, en tanto ocho de cada diez de ellas venden directamente a consumidores finales, al punto que para la mayoría su mercado se restringe a la ciudad donde está ubicada e incluso al barrio, y solo un 5,4% exporta su producción.
Estamos por lo tanto ante empresas de muy variada condición, pero con el común denominador de un ámbito de acción muy estrecho y generalmente con serias dificultades para expandirse y buscar otros horizontes.
Según el informe, la limitación del mercado es el mayor obstáculo para su desempeño y menciona como las mayores dificultades para su actividad la carga impositiva o el peso del Estado, los altos costos y la competencia excesiva o desleal.
La precariedad en que se desenvuelve el promedio general surge del dato de que estas empresas tienen una alta tasa de “natalidad” y de “mortalidad”, es decir que dentro del año prácticamente cierra el mismo número de las que abren.
El estudio dado a conocer por el semanario “Búsqueda” revela asimismo que las Mpyme de mayor porte tienen mejor desempeño económico, mayor nivel educativo de los empresarios y son a la vez las que más exportan y más innovan, las que más se capacitan y las que más asistencia técnica contratan, en tanto en el sector de las Mpyme en general “son reacios a contratar asistencia y más de la mitad que no lo hace entiende que es inútil”.
En un amplio espectro de situaciones el estudio indica que a la hora de iniciar el negocio el 8% de estos empresarios solicitó un crédito bancario, en tanto la mayoría lo financió con capital propio o en menor proporción, con préstamos de sus familiares, lo que revela que el modesto comienzo y limitación en el crédito, el escaso nivel de preparación en el rubro de actividad y la falta de capacitación empresarial son factores que acotan la posibilidad de desarrollo del proyecto. También debe tenerse presente que el desafío de ser empresario, por lo menos en el caso de las micro y pequeñas empresas, pocas veces responde a un aspecto vocacional, sino que surge de la necesidad en un medio en el que las posibilidades de trabajo son muy reducidas, incluso para quien tenga una preparación media y alta, a lo que se ha agregado una masa de desocupados generada como consecuencia del cierre de empresas o reducción de personal por efecto de sucesivas crisis, como se ha dado por ejemplo en Paysandú.
Ello explica el déficit en preparación, el alto componente de improvisación a causa de la falta de alternativas y por qué resulta harto comprometido “despegar” en un medio reducido, donde el rubro en el que trabaja la Mpyme muchas veces no está en sintonía con la evolución de los tiempos, y donde registrarse legalmente suele ser prohibitivo, tanto como el acceso al crédito.


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