Locales | 21 Dic A mediados de 2008 Cinemateca Uruguaya organizó en el marco de una gira nacional y en coordinación con el cine del Mac Center Shopping, una muestra internacional de cine independiente, en la que se proyectaron diez películas de diferente género y nacionalidad. El coordinador de la muestra y representante de Cinemateca, escribano Ramiro Benítez, explicaba entonces que la propuesta distaba de ser “comercial”, sino que presentaba “un perfil muy definido, un cine autoral, independiente, de calidad” que, sin quitarle validez a otro tipo de trabajo, brindaba un parámetro de comparación.
“Cuando uno puede elegir, la propuesta se legitima, si no hasta el momento solo consume lo que están ofreciendo”, decía. También manifestó su voluntad por trabajar en pos de una Cinemateca “verdaderamente uruguaya” y no tan circunscripta al medio capitalino.
La respuesta del público no fue buena y en cierta forma arrojó dudas sobre la posibilidad de que Cinemateca se instalase en nuestra ciudad. En nuevo contacto con EL TELEGRAFO, Benítez confirmó que en determinado momento surgió la posibilidad de instalarse en Paysandú a través de un sistema de socios similar al que se utiliza en Montevideo. “Sí, es así, pero no solo para Paysandú, sino para todo el Interior. La idea es reflotar los viejos cine clubes, los que por diferentes motivos dejaron de funcionar, y eran aquellos que reunían a las personas amantes del cine diferente, si por diferente se entiende un cine de calidad, autoral e independiente”, explicó.
No obstante, negó que la experiencia vivida en Paysandú haya sido determinante para que esa iniciativa no cristalizara y recordó que existe un grupo de sanduceros interesados en llevarla a cabo.
“No. La experiencia de Paysandú fue una más, dentro de un programa que abarcaba todo el país. Además de guiarnos por los resultados, la muestra no fue favorable a la inquietud. De todas maneras sabemos que un grupo de sanduceros tiene entre sus planes para el año próximo abrir ellos y a su costo, un cine club que nos vincule nuevamente. Esto es un dato importante de destacar. Muchas veces la oferta que hay no refleja a todos y uno debe postergarse en su deseo. Muchas veces se espera que otro --llámese gobierno, municipio-- se ocupe de eso, y a veces se opta por el procedimiento inadecuado porque en su gestión hay otras prioridades y muchas veces el error es hacer lo que no saben hacer, con un resultado contrario a lo esperado. Tampoco es bueno que los agentes políticos se desentiendan de esto, sino que apoyen las iniciativas, desde su lugar”, agregó.
Entiende que lo primordial para que Cinemateca pueda establecerse en nuestra ciudad son “las ganas” por llevar a cabo el proyecto, en tanto recordó que las coincidencias de calendario con “Cocinarte” quitaron “visibilidad” a la Muestra de Paysandú.
“Todo pasa por la idea, tener ganas y comenzar a trabajar en el proyecto. Cinemateca uruguaya estuvo (en Paysandú) en febrero de este año, procurando hacer contactos y una especie de ‘muestreo de campo’ para evaluar la gestión; por eso fue que se eligió como una sede para este año. Otro elemento primordial es el interés y la convocatoria. Lamentablemente cuando estuvimos en junio en esa ciudad, coincidimos con un festival gastronómico, que no nos quitó público pero sí visibilidad”, explicó.
La respuesta de
otras ciudades
Respecto a la repercusión que tuvo la muestra en otras ciudades del país, Benítez recordó que Paysandú no fue el caso más desalentador, pero señaló que paradójicamente ciudades más pequeñas como Young ofrecieron mejor respuesta.
“En los demás departamentos hay una variedad importante. Si tomamos por ejemplo la ciudad de Young y la comparamos con Paysandú, la primera superó a la segunda ampliamente tanto en público, interés y convocatoria. Si comparamos con Treinta y Tres, Paysandú gana. Estos son factores a tener en cuenta pero no determinantes para evaluar éxito o fracaso. Creo que si analizamos que la presencia de Cinemateca en la ciudad provocó que un grupo de cinéfilos pensara en abrir un cine club, es ampliamente positivo”.
Benítez no descartó la posibilidad de que Cinemateca vuelva a desembarcar en Paysandú con otra muestra, pero insistió en la importancia del papel que deben jugar “los agentes locales” para que esto se concrete. Dijo que la estrategia para 2009 aún no está definida y exhortó a trabajar por la ampliación tanto de la oferta como de la cultura cinematográfica, a través de herramientas útiles como cursos y seminarios.
“Este primer año de relanzamiento de lo que Cinemateca dio en llamar ‘Distribuidora Alternativa’ y más tarde se adjuntó el programa ‘Cinescape, un cine sin pop’, brindó datos que no teníamos hasta el momento. Esos datos, luego de ser procesados se evalúan y se decide la estrategia para el año próximo”, dijo y recordó que llegar con una propuesta “diferente a lo comercial” siempre es difícil.
“El objetivo para 2009 es poder ampliar las sedes que tuvimos este año y que además, los propios agentes locales sean los que lleven a cargo su gestión y se comprometan en el proyecto. Muchas veces no basta con lo logístico, sino también la voluntad de que las cosas sucedan. Comenzar a trabajar sobre una propuesta diferente a la comercial es difícil, es ‘casi casi’ como ‘David y Goliat’, pero no olvidemos ese final de historia. A veces es difícil poder convencer a un niño que no es lo mismo ‘Kirikú y la hechicera’ que ‘Kun fu Panda’, máxime cuando le sumamos el pop, la bebida, la mochila y la remera con la figura del oso a todo color. Son las condiciones de mercado y así es que se debe ‘jugar’ este juego. A veces un estreno posterga otras cosas de interés puramente intelectual o un festival gastronómico opaca una muestra que quizás Paysandú no vuelva a tener, con una calidad de excelencia y con la posibilidad de ver algo ‘diferente’ como lo fue este año”, reflexionó y ratificó su deseo de regresar a nuestra ciudad a seguir divulgando este tipo de propuestas.
“Ojalá que este año Cinemateca Uruguaya vuelva a Paysandú para quedarse, para realizar otras actividades que también son sus tareas como cine foros, cursos, seminarios, charlas de visitantes. Porque el cine da la posibilidad de crecer, de pensar de otra manera, de contribuir al desarrollo cultural y social de una comunidad, tan fundamental si lo que queremos es un Uruguay más justo, equitativo y democrático”, concluyó.