Locales | 29 Dic La ex jefa departamental del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, Lotti Rezzano, dijo a EL TELEGRAFO que su destitución del organismo “es un acto de persecución política”, argumentando que en el sumario no hay elementos suficientes para esa medida adoptada por el directorio de INAU, y que el cuerpo técnico legal del instituto recomendó “cinco meses de suspensión”.
Rezzano, quien desde el 19 de diciembre está acogida a los beneficios del retiro jubilatorio del Banco de Previsión Social, afirmó que en el sumario que se le instruyó “las recomendaciones de jurídica dicen que lo máximo que se me podría dar son cinco meses, y el directorio dispone la destitución para sanear la institución”.
Dijo que “eso no es una disposición legal sino un argumento totalmente político”, pero ratificó que “estoy jubilada. En los hechos ya no pertenezco más al INAU, estoy dada de baja y el expediente ahora está en el BPS”.
De todas maneras, Rezzano señaló que “voy a presentar un recurso, que irá al Tribunal de lo Contencioso Administrativo, porque lo que vio a las claras el abogado es que es una persecución política”. Afirmó que “voy a agotar los medios” legales porque “aún después de jubilado se puede hacer una reconstrucción de carrera y puedo reclamar mi cargo, de acuerdo a lo que diga el contencioso”.
La ex jerarca departamental aseguró que “dos funcionarios de INAU me trajeron el expediente de un sumario administrativo, que comenzó en junio de 2007”, donde “la recomendación de División Jurídica de INAU fue sumario sin separación de cargo ni retención de haberes en vista de los antecedentes funcionales y de la auditoría contable, que concluye que no hubo perjuicio económico alguno para la institución, ni beneficio para la sumariada ni para terceras personas”.
Por modalidad e inoperancia
“Hubo un proceso sumarial bastante extenso que culminó con una resolución de destitución” de la funcionaria, fue la escueta respuesta que sobre el tema dio Jorge Ferrando, integrante del directorio de INAU en su última visita a Paysandú, cuando la firma del convenio por el ex Hogar de Varones.
Lo que hizo el INAU, según fuentes del organismo consultadas por EL TELEGRAFO, fue una “auditoría técnica de gestión”, que comenzó en diciembre de 2005, y que comprende investigaciones hechas en cuanto a la política seguida en los hogares de INAU, y los convenios firmados con distintas instituciones u organizaciones, como los centros CAIF, con más de mil fojas con los datos relevados.
A estar por estos informes se le reclamaría a la jerarca que no fue lo suficientemente ejecutiva en el cargo, y que entre otras cosas, los proyectos anuales de los siete hogares sanduceros no fueron correctamente presentados. Un total de tres sumarios se le hicieron a la ex directora desde 2006.
La funcionaria ahora destituida y jubilada comenzó en INAU en 1983 como maestra y ejerció el cargo de jefa departamental desde 1996, cuando ingresó a la jefatura por concurso. Las críticas que se hicieron a su gestión fueron por “inoperancia” y “problemas de organización y modalidad de trabajo”.