Opinion | 30 Dic Con más de 170 mil computadoras portátiles entregadas en el país, puede hablarse actualmente de la masificación del Plan Ceibal, que significó una verdadera revolución en las aulas y hasta en la rutina de los hogares.
Las evaluaciones existentes están lejos de ser exhaustivas, en la medida que es muy reciente aún la incorporación de las laptops del plan al trabajo de clase y aún no se ha extendido la entrega a todo Montevideo y Canelones.
No obstante, como apreciación inicial, la Consejera de Primaria Edith Moraes dijo que se constata “un gran entusiasmo por leer y escribir en los niños de 1º a 6º y un desarrollo de la conciencia ortográfica”, aunque aclaró que “los cambios reales se percibirán dentro de 10 años”.
Una innovación –muy atendible por cierto— es la reparación de las computadoras portátiles con desperfectos. En este sentido, se informó que el Latu cobrará –mediante giro del Banco República-- el costo de la reparación de las computadoras del Plan Ceibal a los padres de aquellos  niños que las rompan por descuido o accidentes continuados.
Si bien el porcentaje de roturas es de 0,23%, el Latu tiene escasez de técnicos para este tipo de reparaciones, lo que se busca solucionar con la creación de pequeños talleres en las propias escuelas para que aquellos niños que tengan habilidad innata puedan realizar reparaciones sencillas o el impulso a la creación de empresas de estudiantes egresados del Bachillerato Tecnológico o Tecnólogo Informático de UTU.
Independientemente, resulta bueno fomentar la responsabilidad de los propios niños respecto a las laptops que recibieron gratuitamente del Estado. En un país de queja y reclamo fácil, bueno es que los niños sean educados también en la responsabilidad personal respecto de aquello que reciben fácilmente.
La educación en valores debería formar parte siempre de la instrucción general. Para abatir la brecha digital e incorporar a los sectores más desfavorecidos de la población las herramientas que hoy brinda la tecnología global, el gobierno decidió entregar a cada niño que concurre a la escuela pública una computadora portátil gratis. Eso tiene un costo para el país, así que está bien que se les cobre a los padres por la reparación de las laptops si sus hijos no las ciudan.