Locales | 31 Dic El “filón de oro”
Una salutación muy cordial y deseos de ventura personal para todos y ¡adelante!, como en el ‘30. Me dije: les voy a tirar, cuando pase el carro de la reina, una serpentina... para ver si acusan el golpe, y por estar lejanos en la vereda de enfrente, al tomar lo que queda del rollito, sería como el tic-tac, dejando patentes los mensajes en las viejas estaciones ferroviarias.
75 años, hay que pasarlos... son tres cuartos de los siglos XX y XXI que no se comen de fariña contra el viento. Porque se atoran si lo hacen rápido. Bueno, con un dejo de informalidad para con este introito, como para que me vayan agarrando si me siguen (estoy moderno y siempre optimista pese a mi vejez) me apuro antes que se me adelante la escriba M. Bello, que anda atisbando por acá...
Empecemos. Hay un triángulo equilátero desde hace mucho tiempo entre el diario sanducero EL TELEGRAFO, de mucho tiraje, el kiosco “Filón de Oro” de plaza de Cagancha y nosotros, los lectores sanduceros que andamos por estos lares desde hace muchos años. Se me ha ocurrido resaltar ante ustedes lo del “Filón de Oro”, que este año que fenece ha cumplido 75 años de existencia, y ha sido desde años muchos, el pie donde se apoya nuestro diario para con sus lectores lejanos. El kiosco es uno de los coquetos, que hay en una de las esquinas de la plaza indicada, el que está para el lado de la calle Paraguay, y allí acudimos, para llevarnos como el maná de las noticias y la cultura y ainda mais, con su apéndice de los domingos, el “Quinto Día”, y como las costumbres se hacen leyes... ahora el marketing de los comercios sanduceros, con el glose anual del almanaque, que luce en nuestros hogares como de puro cuño sanducero.
Pero volviendo al inicio les cuento que desde julio del ‘65 frecuento dicho kiosco, donde hice buenas migas con sus primeros titulares, aquellos viejitos muy simpaticones y cancheros, como y hasta los actuales que están al frente. Así y para mejor ilustración mencionaré que el mismo fue fundado en 1933, a los tres años de aquel memorable y regocijante “Uruguayos campeones del mundo”. Año 1933, entonces fundadores: señores Luis Toletti Lavagna y Carmelo Maiorano; desde 1970 Luis Alberto Toletti, Juan Fregeiro, Héctor Di Lorenzo y Julio Piretti; desde 1982 Luis Eduardo Toletti y Carlos Toletti y desde 1995 Silvana Toletti y desde 2006 Rodrigo Vieyto. Claro que desde el ‘82 están los indicados al pie del cañón y con excepción de Luis Alberto Toletti, que viene a supervisar, los demás ya no están.
El kiosco, de pequeña área interior, solo deja entrar hasta tres y tiene una pequeña escalerita. Ya remozado desde el ‘95 para librarse de las lluvias y soles, su techado tiene un vuelo de 5 metros de diámetro, es “cachetón” y la escalerita es para subir a las alacenas compartimentadas, donde van almacenados los diarios y demás enseres. Tiene dos ventanitas para la atención del público (que por lo general siempre ha sido seria, simpaticona y cordial). Pensar que dos de los nombrados, antiguamente, debían estar, afuera, lápiz en ristre, los días de quiniela... Hoy todo modernizado a maquinitas y hasta hay casas para realizar giros.
Bueno, así, de puro comedido y como dije, formamos parte del triángulo equilátero. Quien escribe es viejo conocido de ustedes, que firmaba “TOR” y que en el Nº13 de los “quintianos” salió la arrugada carita de la autora de nuestros días, fallecida luego con cien años y seis meses.
Nada académica mi redacción de escriba chatarra o “escribidor”, pero de mucha solidaridad humana. Perdón señor director por algún dejo de informalidad, pero así somos: viejos pero alegres y optimistas... Que ¿la verdad?, nos ha ayudado a estar alegres.
Anéstor R. Berón