Locales | 03 Ene Eduardo Sigal, subsecretario de Integración Económica de la Cancillería argentina, afirmó ayer que no conoce ningún estudio que demuestre que la planta de Botnia contamina.
Las declaraciones fueron formuladas luego que el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, se reuniera con los activistas que ratificaron el corte en el puente que une las ciudades de Gualeguaychú con Fray Bentos, que ya lleva más de dos años. El mandatario provincial se había manifestado de manera similar semanas atrás.
“Yo no vi ningún informe que diga que la pastera contamina. No conozco ninguna información que diga lo contrario”, manifestó el alto funcionario de la Cancillería, y tras dejar en claro que no existen análisis que muestren que las aguas del río Uruguay reciban desechos tóxicos, opinó que “los gobernantes deberían tener una postura comprensiva, para apostar al diálogo y no por la vía del conflicto”.
Estas apreciaciones fueron interpretadas como una forma de distanciarse de los asambleístas que mantienen cortado el puente desde hace dos años, pero también de Néstor Kirchner, quien durante su gobierno inició el juicio en los tribunales de La Haya.
En declaraciones a Radio América Sigal lamentó que la persistencia del conflicto afecte los acuerdos económicos que podrían beneficiar a productores argentinos, en particular, los pequeños y medianos.
Con tono de queja hacia la protesta, Sigal dijo que “estamos discutiendo el código aduanero del Mercosur y nos hubiera gustado aprobarlo en el Consejo del Mercosur, pero no se pudo. Tenemos el 98% resuelto y en los próximos meses lo vamos a tener sancionado”.
Sobre los desacuerdos con Uruguay, que dificultan que el ex presidente Kirchner sea elegido titular de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), sostuvo que “cuando no hay acuerdos nadie fuerza las cuestiones que no se pueden poner” y destacó sobre la relación entre Uruguay y la Argentina que “son relaciones de familia, de economías”.