LA SECA SE HACE SENTIR

Rurales | 31 Dic Siete vacas murieron intoxicadas al comer sorgo alepo en un establecimiento tambero de la zona de San Francisco, a escasos 20 kilómetros de la ciudad de Paysandú. La noticia fue confirmada a EL TELEGRAFO por el médico veterinario Pablo de los Santos, que hizo algunas recomendaciones para los productores que puedan llegar a tener este problema.
Explicó que “la noche anterior habían puesto en un potrero muy poco forraje, casi pelado, y en un lugar muy pequeño, de no más de 100 metros por 100, había un brote de sorgo alepo de unos 20 centímetros de altura”. El sorgo alepo, según definió el técnico, “es una especie de yuyo tóxico que crece en cualquier lado, y se lo ve a la vera de los caminos. Pero cualquier sorgo forrajero que se plante, o un lino, si se lo hace comer a una altura chica, por debajo de la rodilla, puede ser peligroso porque puede intoxicar por ácido cianhídrico, es una intoxicación ciano genética. Se lo puede reconocer también por el olor a almendra, que es característico”.
Señaló que “por el tipo de mortandad, fueron siete animales de tambo, de ordeñe, y hubo tres que se recuperaron”. Eso se dio porque “de acuerdo a la ingesta que tengan estos animales, es la gravedad. Pueden ser los más voraces, o que tuvieron más tiempo para comer”. El profesional se mostró aliviado que fueran siete “porque podrían haber sido muchos más, porque había fardos de sorgo”.
ES GRAVE, PERO
TIENE REMEDIO
Dijo que se trata de una intoxicación “bastante conocida por los veterinarios que trabajan con grandes animales. Y el problema es que con la seca que hay y el desespero por verde que tienen los animales, la gente los saca a la calle o los caminos vecinales y esto puede pasar, deben tener cuidado”.
“Lo que el productor debe considerar es que los potreros pueden estar llenos de sorgo alepo o con brotes de sorgo, y para evitar las muertes deben tener el anticiánico”, dijo Da Silva, explicando que vienen como “solución 1 y 2.
Cuando el animal víctima de la intoxicación cae, le empieza a dar pataleos, síntomas nerviosos, y se muere. Pero si se le da 10 centímetros cúbicos de solución 1, se espera 5 minutos y se le da también 1cm2. de la solución 2, generalmente el animal se para y sale caminando como si no pasara nada”. En cuanto al medicamento, dijo que “en cualquier veterinaria del país hay, viene de dos laboratorios en frascos de 50 cc., por lo que da para cinco dosis; no es caro”. Recomendó que “eso es para tenerlo siempre a mano, con una jeringa descartable y una aguja reforzada nuevas, como para inyectarle en la vena”.
Si bien el veterinario no está en conocimiento de que haya habido otros casos similares al que le tocó atender, dijo que “la idea es prevenir a todos los tamberos del país”.
ARROYOS CORTADOS
POR LA SECA
Pablo da Silva comentó también con respecto a la falta de agua en el campo, que tiene información sobre algunas situaciones, como que “cada vez hay más tajamares que se han secado, incluso gente que comentó que algunos que nunca se habían secado en otras oportunidades, ahora están casi sin agua; el arroyo Valdés al este de Porvenir ya está cortado en varios lados, el Carpinchurí, me decía un productor que en 50 años que está ahí nunca lo había visto cortado como está ahora, el arroyo Guaviyú que es un hilito de agua”.
A juicio del técnico, y en base a su estrecha relación con productores (en su mayoría tamberos) “el problema ya no es el precio de la leche o de la carne, el problema es la seca, lo demás pasó a segundo plano”.