Nuevas mediciones en las playas

Locales | 04 Ene Las playas Remeros y Park no están habilitadas para baños, al confirmarse una presencia de coliformes superior a las mil unidades cada 100 mililitros de agua. “Esto pasa ahora, puntualmente en estas playas, por algo que siempre menciono: una de las variables que tiene el río es el viento y ayer se registró un viento fuerte del sureste, que perjudicó la calidad del agua”, explicó el director de Higiene, doctor Eduardo Américo, a EL TELEGRAFO. Este viento determinó que el agua del río se “estancara” en estas playas, por las mismas características que tienen en cuanto a falta de circulación libre del agua.
Sin embargo, no quiere decir que demore muchos días en normalizarse, ya que dependerá también de la corriente que traiga el río desde el norte, o la fuerza y dirección de los vientos.
Por otra parte, Américo dijo que “se confirma lo que habíamos señalado en cuanto a la tendencia a normalizarse que tenían la playa Nueva y la Zona B del balneario, donde ya hay bandera verde” que indica su habilitación para baños.
El jerarca recordó que “los exámenes consisten en medir los parámetros físicoquímicos, así como el recuento de coliformes fecales y la determinación de floraciones algales, un fenómeno frecuente en nuestras playas últimamente”.
Además, a partir de este año “se suman la investigación de enterococo y escherichia coli. Asimismo, desde esta temporada se pueden realizar análisis “de campo”, con equipamiento suministrado por la DINAMA a la Intendencia, que permite concretar in situ la determinación de oximetría, ph y conductividad, además de los datos que se procesan en el laboratorio”.
SE ARREGLó UNO,
SE ROMPIó OTRO
Uno de los inconvenientes que tuvieron estas playas fue la pérdida en un caño colector de Ambev, que hasta ser reparado contaminó buena parte del agua de esta zona costera.
Ahora el problema es otro, pero que se reitera. Ayer sábado, según dijo Eduardo Américo, varios vecinos denunciaron telefónicamente a la Intendencia la existencia de peces muertos en la desembocadura del arroyo La Curtiembre en el río Uruguay. Los funcionarios municipales confirmaron la presencia de los peces y tomaron muestras del agua para establecer la causa de la mortandad.
Américo comentó que “los análisis que hacemos lunes y jueves a las aguas del río son muy completos y allí podemos ver, por ejemplo, la cantidad de oxígeno disuelto en el agua, que debería estar entre 7 y 10 miligramos por litro”. Sin embargo, en el análisis realizado el jueves, y que se conoció ayer, su presencia es menor en todas las playas, entre 5,86 y 6,3. Si bien esto por sí solo no determina un problema, Américo señaló que “es indicador de un aumento de la carga bacteriana o microbiológica en el agua, ya que consumen oxígeno y por su falta mueren los peces”.
Vista esta situación, el director de Higiene municipal se comunicó con OSE, donde se le informó que nuevamente se rompió el sistema de bombeo de Barrio Norte, con lo que es probable que esa sea la razón de la mayor presencia de microbios en el arroyo La Curtiembre.