PÉRDIDAS TOTALES

Policiales | 04 Ene Un voraz incendio consumió las instalaciones del aserradero ubicado en Rodríguez Nolla casi avenida Soriano, hecho cuyo origen se desconocía al cierre de esta edición. Próximo a las 17 de ayer la llamada recibida por Bomberos alertaba de un principio de incendio en el citado lugar. Al concurrir personal del destacamento, se encontró ante un foco ígneo de medianas dimensiones originado en el aserradero que allí funciona, propiedad de Ernesto Moreira, donde no había personal trabajando en ese momento.
De inmediato Bomberos y Policía desplegaron fuerzas en la zona del incendio, instalando un cordón de seguridad, intentando alejar a vecinos y transeúntes que sorprendidos por la inmensa columna de humo que se divisaba desde gran distancia, llegaban a observar el panorama.
Comenzaron entonces a intentar eliminar el fuego, que rápidamente iba ganando más terreno, tomando dirección hacia las principales instalaciones del aserradero. Empezaron a resonar algunas explosiones de tanques que eran alcanzados por las llamas, las que se acrecentaban a medida que la intensidad del viento era más fuerte. El intenso humo tomó por sorpresa a vecinos de la zona, quienes debieron cubrir sus bocas con lo que tuvieran a mano, ya que se dificultaba no solo ver sino también respirar con normalidad.
En plena tarea de extinción, los bomberos se quedaron sin abastecimiento de agua, por lo que debieron llegar camiones de la Intendencia de Paysandú, portando tanques y bomba de agua. La labor continuó arduamente, hasta que una rotura en la bomba del camión municipal determinó que las medidas de apagar el incendio quedaran rezagadas mientras se procedía a otras maniobras.
El nerviosismo de los habitantes de la zona, principalmente aquellos vecinos que habitan frente al aserradero hizo que comenzaran a enchufar sus mangueras y seguir las indicaciones del Jefe de Coordinación Ejecutiva de Jefatura de Policía. Crio. Insp. Héctor Muñoz, quien les recomendaba humedecieran los frentes de las casas donde había vegetación, para salvaguardarlas ante el peligro de propagación del fuego por la caída sorpresiva de alguna chispa.
Asimismo, fue rápido el accionar solidario de varios vecinos, quienes llenaban cualquier recipiente con agua para alcanzar a voluntarios que iban apagando pequeños focos ígneos, generados donde caían restos en llamas. Una nube intensa de humo negro daba a conocer que a más de una hora de pelear contra las llamas, el fuego ganaba la pulseada y seguía arremetiendo contra todo lo que estuviera a su alcance. Llegaron también refuerzos de agua de empresas sanduceras, tales como Oxipal con una camioneta con dos tanques con agua y un camión enviado por la empresa Merbe, de 13.000 litros de capacidad, los cuales abastecían a bomberos, quienes seguían accionando en pos de controlar el fuego.
Según fuentes extraoficiales consultadas por EL TELEGRAFO, en un primer momento las autoridades habrían solicitado apoyo a Bomberos de Colón, Entre Ríos, pero cuando estaban por ser enviados los refuerzos, la situación parecía estar bajo control, por lo que decidieron dejar sin efecto el pedido.
En tanto, fue enviado apoyo desde el Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizado Nº8, de donde partió un camión con efectivos, quienes ingresaron a la zona incendiada, portando rastrillos y otros elementos para vigilar y corroborar la extinción del fuego en el terreno ya diezmado.
Un par de horas después de iniciado el siniestro, el Crio. Insp. Muñoz indicaba que la pérdida había sido total y que nada quedaba por hacer en la zona, salvo vigilar y controlar la no propagación de fuego a las zonas linderas, previendo también la dirección que el viento tomara.
Vecinos del área, testigos desde el comienzo del incendio, comentaron a EL TELEGRAFO que el dueño del aserradero se encontraría de vacaciones, e indicaron desconocer quién está a cargo de la empresa momentáneamente.
Por precaución fue solicitada la presencia de personal de asistencia médica, para atender especialmente la situación de niños o personas mayores que pudieran sufrir algún problema respiratorio, por el humo que avanzaba, además de algunos nervios generados por la situación.
El incendio, que generó perdidas totales para el aserradero, continuaba aún al cierre de esta edición, ya que grandes columnas de aserrín seguían quemándose, pero en su interior, trabajo que --según indicaron extraoficialmente-- insumirá varios días.