Rurales | 07 Ene La sequía no solo afecta seriamente los cultivos, pone en riesgo la vida del ganado y genera la aparición de grandes poblaciones de langostas sino que además, también parece ser la responsable de una mayor presencia en las áreas de siembra de arañas de lino.
El productor de Sarandí del Yí, Edilberto de Oliveira, narró el accidente sufrido por un trabajador rural que mientras estaba deschalando maíz sintió bajo sus pantalones y por encima de la rodilla que algo caminaba en su pierna. Se trataba de una araña de lino que lo picó cuando intentó apretarla con sus dedos. Dicha persona recibió asistencia en Sarandí del Yí, donde los médicos solicitaron apoyo a Montevideo para realizar el diagnóstico y el tratamiento.
“Yo hablé con el trabajador y ya fue dado de alta. Es un hombre mayor pero muy fuerte y ahora se siente débil, tuvo calambres, dolores, pero está fuera de peligro”, dijo de Oliveira a “Observa”. El productor afirmó que la presencia de las arañas de lino se ha dado “en grandes cantidades”, así como calificó de “impresionante” la aparición de langostas; ambos hechos los atribuyó a la sequía. La araña de lino es de color negro y presenta en el dorso una o más manchas rojizas en forma de “reloj de arena”. Su cuerpo mide entre 10 y 13 milímetros de largo en las hembras y 3 mm en los machos. Viven en sitios oscuros y húmedos, en el suelo, zonas de cultivo, debajo de las piedras y en las cercanías de las casas. No es agresiva pero si potencialmente peligrosa. Los accidentes generalmente ocurren durante las tareas rurales.
Efectos de la picadura
Comienza con signos y síntomas de inflamación leve y decoloramiento en el sitio de la mordedura. Progresa rápidamente a dolor abdominal y torácico, artralgias, mialgias, taquicardia, náuseas, sudoración y sialorrea. Posteriormente se vuelve dificultosa la respiración y los dolores musculares, la rigidez y los calambres se generalizan. Es frecuente el desarrollo de abdomen agudo. La recuperación comienza al final del primer día y se completa en una semana.