Deportes | 06 Ene La derrota dolió y mucho. Por los tres puntos que se escaparon increíblemente de las manos, porque se perdió un clásico, y porque no se pudo lograr la primera victoria en el Litoral Norte. Pero más allá de todo, la selección mayor de Paysandú dio vuelta la página y ya apunta al choque del fin de semana frente a Tacuarembó, dejando atrás la derrota frente a Salto.
“Fue un partido que no se podía haber perdido (Paysandú ganaba 3 a 1 y terminó cayendo 4 a 3). Pero yo me hago responsable. Porque los jugadores serán nuevos, pero mucho pasa por la cabeza del técnico. La culpa es mía”, dijo el entrenador sanducero, Sergio Esquivel, mientras observaba cómo los futbolistas realizaban tareas físicas en los canteros de la Avenida Soriano, muy cerca del Parque Rivabén.
“Más allá de todo este equipo demostró que quiere, volvió a remontar un partido. Pero estamos en un proceso”, agregó Esquivel antes de retornar al campo deportivo de Litoral, base de operaciones de la selección.
Una vez en el Rivabén, y luego de realizar un pequeño movimiento táctico, analizando lo que se hizo mal adentro de la cancha, fue tiempo de ser autocríticos, sobre todo pensando en lo que se viene: un trascendente y más que complicado partido ante Tacuarembó, de visita.
Hoy será tiempo de repetir el movimiento físico para luego encarar un trabajo en espacios reducidos, esperando contar con la totalidad del plantel, que ayer no tuvo a Piñeiro.
Mañana y el jueves será tiempo de fútbol, para delinear el equipo que deberá afrontar una complicada misión ante los tacuaremboenses. Lo que está claro es que el equipo tendrá al menos dos variantes, y ambas en ofensiva teniendo en cuenta las expulsiones de Laca y Piñeiro. Pero Esquivel piensa en una tercera, lo que se confirmará o no en los próximos días.