Rurales | 06 Ene La escasez de precipitaciones agrava la situación de los campos diariamente y el Norte del país no es la excepción, por más que el panorama forrajero “sea algo mejor” que el Sur y Este de Uruguay. La deficiencia hídrica pega muy fuerte en las poblaciones que ya no tienen agua para el consumo personal.
Los datos de los últimos meses del año pasado son catastróficos. De acuerdo con la información proporcionada por la Estación de Meteorología de Paysandú, entre setiembre y diciembre llovió 142 milímetros, cuando lo normal --según el promedio histórico-- serían 446 mm para estos cuatro meses.
Durante la primavera, en setiembre fueron 20 milímetros, octubre 66;s noviembre 33 y diciembre 23 mm. El último registro importante fue el 21 de octubre con 36 milímetros, aunque el 11 de agosto fueron 48. Nefasto totalmente, si tenemos en cuenta que para las altas temperaturas, lo ideal serían guarismos que superen los 50 milímetros semanalmente, y en dos meses --entre noviembre y diciembre--, apenas se llega a 56 milímetros, con menos del 20% de lo normal.
Los datos presentados refieren a la zona comprendida por Paysandú y sus alrededores. Pero unos 100 kilómetros al Este, el panorama es similar. De acuerdo con lo indicado a EL TELEGRAFO por el ingeniero agrónomo Carlos Hiriart Azzato, en la zona de su establecimiento en Piñera, en el año llovió 768 milímetros, y en los últimos cuatro meses apenas fueron 145 mm.
Para el ingeniero agrónomo Donald Chalkling, “estamos con un acumulado en año corrido de 500 y 600 milímetros, por lo que en el año está faltando más de 600 milímetros para el promedio”. Acotó que “si llueve mañana o pasado no se arregla la situación, porque esto lleva mucho tiempo acomodarlo”.“Aquí en el Norte lo que es muy grave es el rápido desmejoramiento de los campos”, señaló Chalkling quien desempeña tareas para la Sociedad Rural de Río Negro, pero transita frecuentemente por campos de ambos departamentos. Agregó que “las altas temperaturas de diciembre y las escasas lluvias han incidido en la actual situación. Este viento que está secando el pasto, aún más hace estragos”, y ni que hablar de los cultivos “presentándose varias chacras resembradas, incluso la resiembra naciendo mal y también perdiéndose”.
Salvo algún cultivo de primera plantado muy temprano, especialmente girasol y soja que “vienen peleándola bastante bien, los maíces en general están muy mal y van a rendir muy poco”. En el caso de los cultivos de segunda, Chalkling establece que “hay un signo de interrogación porque dependemos de las lluvias que se puedan registrar en estos días”. De concretarse las lluvias que se anuncian para miércoles y jueves, “cambiaría mucho y la respuesta de los cultivos nos podría dar alguna sorpresa”.