Policiales | 06 Ene Con escaso material, un móvil averiado y con la irresponsabilidad de algunos ciudadanos como principal enemigo, los efectivos del Destacamento de Bomberos vivieron ayer una nueva jornada de intensa actividad que incluyó varios incendios en terrenos baldíos urbanos y en predios del interior departamental.
Según información extraoficial, uno de los móviles de mayores dimensiones y mejores equipados con que cuenta el Destacamento sufrió una avería durante el incendio que hace pocos días consumió un aserradero en Rodíguez Nolla y avenida Soriano, lo que resintió seriamente la operativa del Destacamento. Esta circunstancia, sumada a la histórica escasez de personal de la institución, dificulta notablemente el trabajo y lleva a la realización de extenuantes guardias en las que deben atenderse hasta una decena de emergencias.
La jornada de ayer no fue la excepción, ya que desde tempranas horas de la tarde varias personas se comunicaron con el destacamento para alertar sobre el estallido de incendios, en su mayoría en pastos y predios rurales.
Mientras varios efectivos --en colaboración con maquinaria municipal-- extinguían pequeños focos y daban continuidad a las tareas de remoción de materiales en el predio del aserradero siniestrado, otros incendios estallaron en distintos puntos de la ciudad. Uno de ellos se generó próximo a las 16 en otro aserradero --cercano al Batallón “General Leandro Gómez”-- y afectó listones de madera (costaneras) así como pastizales cercanos.
Otro consumió parte del terreno de juego del Parque “Rodolfo Cairo Cosio”, en Montevideo y avenida General San Martín, mientras que uno de similares características estalló en Bulevar Artigas y Antonio Estefanell. También hubo llamados desde la zona de Francisco Bicudo, la Cárcel Departamental y Bulevar Artigas y Calle 31, pero el incendio más importante de la tarde se registró en los alrededores de Casa Blanca. Allí las llamas afectaron una extensa zona de monte natural y por lo menos 180 fardos de forraje, pero lo peor fue que en esa circunstancia uno de los efectivos fue mordido en la pantorrilla por una víbora y debió ser trasladado a un centro asistencial.
El episodio se registró cuando los Bomberos recién comenzaban a trabajar en el lugar, pero afortunadamente la mordedura no reviste gravedad y el funcionario ya fue dado de alta.