Locales | 09 Ene La vecina ciudad de Colón amaneció ayer prácticamente sin agua en muchos barrios de la ciudad, principalmente en la periferia. En la mañana, un grupo de más de 50 vecinos se congregó frente al palacio municipal reclamando por el servicio.
Luego, el presidente del gobierno local, Hugo Marsó, dio la versión oficial de las razones de la falta de agua en el sistema.
Entre las razones esgrimidas por el gobernante local -y luego confirmadas a EL TELEGRAFO desde la redacción de nuestros colegas de El observador de Colón- la escasez de agua en verano se ha convertido en una constante desde hace dos veranos, y cada vez es mayor la dificultad de abastecer a toda la ciudad por el crecimiento que se dio en los últimos años. “Hay fines de semana, o como ahora en vacaciones, en que la población de Colón llega a ser el triple de lo normal, y la demanda aumenta sensiblemente.
Ahora tenemos unas 40.000 personas en la ciudad”, dijeron desde el diario colega. Otra de las razones esgrimidas por Marsó es que en verano la demanda de consumo humano es mayor, pero a esto se suma que muchas viviendas tienen piscinas formalmente declaradas algunas y otras no, o “llenan y vacían cambiando el agua diariamente las inflables ‘pelopincho’, además de mantener el riego de jardines y el lavado de vehículos.
SUBIR LA TARIFA
Sucede que en Argentina el costo del agua potable es muy bajo, y además se cobra por franjas de acuerdo al lugar de la ciudad, si es zona urbana común o residencial. De hecho, Marsó puso como ejemplo su propio caso, donde una familia tipo paga en Colón durante todo el año un promedio de 18 pesos argentinos por bimestre, menos de 70 pesos uruguayos por mes, cualquiera sea su nivel de consumo. Esto, obviamente, hace que los usuarios no controlen su consumo desde el punto de vista del costo, sino por la necesidad que consideran tener. En el caso de los emprendimientos industriales o comerciales, el costo del agua es distinto, superior al domiciliario.
En este marco, el jefe comunal colonense dijo que una de las posibles soluciones sería aumentar el costo del agua para lograr un menor consumo, solución que no fue muy bien recibida por los usuarios que protestaban en la casa de gobierno, ni por los demás ciudadanos.
Se indicó a EL TELEGRAFO, además, que el crecimiento demográfico de Colón durante los días de vacaciones o fines de semana largos determina que la falta de agua sea algo más corriente.
Se tiene en cuenta también que la edificación de numerosos complejos turísticos, determinó un mayor consumo del líquido, aunque no necesariamente hubo un aumento de la producción de agua potable.
Uno de los aspectos también analizados es que el importante estiaje que registra el río Uruguay determinó que la toma de agua del servicio colonense debiera recibir una extensión de cañería para llegar a una mayor profundidad en el paterno.
Según se comentó extraoficialmente, hubo gente en lugares alejados del centro de distribución del agua que debió higienizarse con agua embotellada ante la ausencia del líquido en la canilla.