Rurales | 11 Ene Los productores agropecuarios de todo el país han manifestado en las últimas horas su preocupación por la grave situación que atraviesa el campo a raíz de la sequía, y no ocultan su indignación ante las manifestaciones realizadas por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Ernesto Agazzi, que dicen: “se desbocó al querer relativizar la magnitud de la seca”.
Técnicos de Facultad de Agronomía de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (EEMAC), fueron concretos al señalar a EL TELEGRAFO, que “hoy no se puede sostener que una parte del país esté más afectada que otra. La sequía es general y todos los productores, cualquiera sea su rubro, están viendo menguada su producción debido a la deficiencia hídrica”. Es más, entienden que fue un factor importante el no haber sembrado cultivos forrajeros y mejoramientos para sus investigaciones, porque directamente no habrían nacido.
Con la base de estos conceptos, es fácil darse cuenta de que no es una seca más. Se acrecienta al escuchar a veteranos productores decir que no se ha visto algo igual, y eso que son expresiones de gente del departamento de Paysandú, que hasta hace un mes no era de los más afectados, y hoy presenta –las fotos son elocuentes-- un panorama desolador.
Un productor lechero de la zona de arroyo Sacra, muy cercano a la ciudad y con alrededor de 150 vacas, comentó a EL TELEGRAFO, que con la seca y los costos de producción de forraje que debe dársele a los vientres actualmente, “no sé si podré seguir ordeñando en febrero”. Acotó que “tengo familias trabajando en el tambo y esto nos llevará seguramente a reducir el personal”. En Salto, en una reunión de productores lecheros, Inocencio Lombardo con establecimiento en la zona de Chapicuy, pidió que se invite al presidente de la República y el ministro de Ganadería, para que vean la situación en esta zona del país. “Que conozcan la realidad porque no sabemos si están desubicados o se hacen los desubicados, que sería peor aún”, precisó a diario Cambio.
Ahora cambio
El ministro Ernesto Agazzi admitió en las últimas horas que la situación derivada de la sequía es cada vez más complicada y anunció que se aplicará el fondo de emergencia agropecuario creado recientemente.
En un intento por calmar los ánimos después de decir que desde un helicóptero la situación se veía diferente, indicó que “en estos días se está dando un quiebre. Las medidas que había en diciembre eran para la situación de diciembre. Los pronósticos meteorológicos coincidían que entre el 7 y 10 de enero iban a haber lluvias abundantes. Como parecería que no van a haber lluvias abundantes, el futuro va a ser diferente”, dijo Agazzi en declaraciones a Canal 10.
Sin dudas un grave error de un técnico: dejarse llevar por pronósticos sin bajar a tierra para ver la realidad del momento y entender que si hubiera llovido en esos días que estimaba, la producción forrajera no se vería resentida. Porque indudablemente “no llueve pasto”.
Ahora, el gobierno abre la posibilidad de tomar medidas de mayor porte como forma de contrarrestar los efectos de esta situación. A principios de la semana anterior, Agazzi junto con el prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, anunciaron un programa de créditos a través del Banco República y la Corporación Nacional para el Desarrollo para ayudar a los productores más afectados. Entonces el gobierno restó entidad al problema y dijo que la sequía afectaba solo al 14,5% del territorio.
Agazzi dijo este viernes que “se va a poner en juego” el fondo de emergencia agropecuaria creado recientemente por decreto del presidente Tabaré Vázquez. “Son herramientas nuevas para que el Estado cumpla otro rol, que es socorrer con mecanismo, no con el favor personal; hay mecanismos, las gremiales tienen dónde opinar y nosotros tenemos recursos que los vamos a mover para estas cosas”, afirmó el ministro a radio El Espectador. Entonces declinó hablar de “emergencia, crisis, catástrofe”, porque no quiso “entrar en discusiones que no aportan nada”.
Ruralistas
En tanto las asociaciones ruralistas no consideran por el momento como una alternativa la opción de pedir la renuncia del ministro Agazzi, pero advierten que si no se brindan respuestas concretas, evaluarán esa posibilidad. “Hay una política de minimizar los problemas que no compartimos, porque lo mejor es ponerlos arriba de la mesa para buscar la mejor solución posible”, señaló el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Manuel Lussich. El dirigente dijo a El País que el problema de la sequía es “muy grave y muy serio”, y por tanto las soluciones anunciadas por el gobierno --que consisten principalmente en el otorgamiento de préstamos a los productores-- “no son suficientes”.
El presidente de la Federación Rural del Uruguay (FRU) Octacilio Echenagusía, sostuvo que “existe inoperancia” del gobierno que ha tratado de “minimizar la situación y no actúa con la rapidez que se debe”. Este lunes tendrá lugar una reunión de la Mesa Directiva de la institución, donde podría resolver convocar a una asamblea de las 60 federaciones del país. En esta instancia se podría analizar la opción de reclamar la renuncia de Agazzi. Echenagusía admitió que esta alternativa por el momento no está planteada.
Presentan propuesta
La Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) presentó al gobierno una propuesta de asistencia para tamberos sustentada en el subsidio directo a pequeños productores y en la apertura de líneas especiales para el resto de los tambos.
La propuesta que la ANPL presentó ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) considera a 3.400 productores lecheros, separándolos en un grupo de 2.547, el 74,9%, que remiten menos de 1.500 litros diarios y que representan el 35% de la remisión total, y otro de 853 productores, que representan el 25% restante, y que aportan el 65% de la remisión total de leche a las plantas.
En su propuesta, la gremial plantea un subsidio directo y escalonado para el primer grupo, al que considera como pequeños productores. Para ese grupo, comienza definiendo un estrato de remisión diaria de menos de 500 litros, el que está compuesto por 1.425 productores que equivalen a casi el 42% del total. Para estos productores, que en promedio remiten 350 litros diarios, aportando en total 498.610 litros, la ANPL propone un subsidio de $ 1,20 por litro. Una segunda franja, compuesta por productores que remiten diariamente entre 501 y 1.000 litros, agrupa a 816 productores que representan el 24% del total.
Para ellos la ANPL reclama un subsidio de $ 1 por litro. Finalmente, para los 306 productores que remiten entre 1.001 y 1.500 litros diarios, y que equivalen al 9% del total, plantea un subsidio por litro de $ 0,70.
Para quienes remiten más de 1.500 litros diarios, considerados medianos y grandes productores, y que agrupa a 853 establecimientos que representan el 25% del total y aportan el 65% de la producción, la ANPL está solicitando líneas especiales de financiamiento con tasas preferenciales. Para estas líneas, se proponen ocho años de gracia, 24 meses de plazo para la amortización, un monto total de U$S 30 millones por cada millón de litros remitidos en 2008. Además, incluye en la propuesta la afectación obligatoria de la remisión y la inclusión del sector industrial como uno de los componentes fundamentales para viabilizarla. En las consideraciones de la propuesta presentada por la ANPL en las últimas horas, se señala que la suma de las consecuencias de la crisis financiera, las distorsiones en el mercado de lácteos y la “aguda sequía sin precedentes”, generó perjuicios que comprometen la viabilidad de muchos productores y la producción presente y futura. En el documento se señala que “la cadena láctea ha sido definida reiteradamente como prioridad estratégica del gobierno”. Agrega que “cualquier solución que se implemente debe comprometer a todos los involucrados, productores, industria y gobierno”.