Rurales | 10 Ene Los productores lecheros no han solicitado prácticamente las líneas de crédito abiertas en el Banco República (BROU) para quienes se han visto afectados por la sequía –de acuerdo con lo esperado en la institución--, en tanto que en la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) la consideraron “aceptable”.
Desde el pasado 1º de diciembre está operativa la línea de crédito especial destinada a la alimentación animal en el sector lechero, para mitigar los efectos de la sequía. “Hay mucha averiguación y poca concreción”, explicaron a El País voceros de la institución.
Se admite que “no es la avalancha que se esperaba”. Hasta el pasado jueves sólo se habían concretado unas 15 solicitudes en cada una de las regionales de Florida y Mercedes, mientras que en San José el ritmo es muy lento.
Entre los argumentos que se manejan para explicar este comportamiento, se señala que para los productores que ya operan con el BROU las solicitudes se aprueban sin inconvenientes, pero quienes no lo hacen deben comenzar un trámite que es más engorroso y complicado en esta época del año. También estiman que el productor está actuando con mucha cautela en lo relativo al crédito y en muchos casos, se están “quemando los últimos cartuchos” con el forraje, para luego apelar al crédito a último momento o por otra parte, esperar una normalización de las lluvias para plantar rápidamente un verdeo.
El monto de los créditos es entre U$S 80 a U$S 100 por animal adulto a un año de plazo, con un máximo de U$S 9.000 por productor. El capital se amortiza en dos cuotas, 20% al 30 de junio próximo y el 80% restante al año de concedido el crédito.
Según el BROU, se trata de una línea dirigida al pequeño productor ya que el productor grande ya tiene sus propias líneas y si es buen cliente del banco, puede gestionar tasas preferenciales.
Corporación
En la CND, en tanto, la percepción es que la respuesta recibida está dentro de lo “aceptable”, teniendo en cuenta la fecha y los pocos días hábiles desde que se puso en marcha el mecanismo a mediados de diciembre.
Su director, Tomás Alonzo, dijo que la primera industria que se presentó fue Conaprole, que abarca el 70% de los productores y con la que se firmó un convenio el 30 de diciembre y ya entregó una primera solicitud de 40 productores. A su vez, se está cerca de firmar un convenio similar con la cooperativa Calcar y las demás industrias ya se han acercado para consultar.
“Nosotros sabemos que hay cierta retracción para la toma de crédito porque la crisis no es pareja en todo el país y porque en la medida en que es un crédito con gracia y plazo largo, al productor no le conviene recurrir a él hasta último momento y espera a ver cómo se desarrolla la situación”.
Alonzo admitió que para la CND “era una incógnita” la respuesta que podían llegar a tener del sector lechero, pero consideró que para un universo de 2.200 productores y teniendo en cuenta la fecha, el resultado es aceptable.
En ese caso el crédito se gestiona por parte del productor a través de la industria a la que remite y tiene que justificar la compra de insumos y el gasto se libera contra facturas de compra. Esa línea está destinada a productores que remiten hasta 1.000 litros diarios a la industria y si hubiera productores que remiten más y no están en condiciones de operar con el BROU, se analizarán los casos. Entre las principales condiciones de la línea, se señala que la tasa es de 4,75% más IVA con un período de gracia hasta que se cobre la remisión de setiembre en el que sólo paga intereses. Cuando se comienza a pagar las amortizaciones, el productor tiene 12 meses para empezar a pagar el crédito. El monto tope para los remitentes menores de 1.000 litros es de U$S 5.000 y para los mayores llegaría hasta U$S 9.000. El 70% del crédito otorgado tiene como destino el alimento animal y el 30% restante es para liquidar deudas con la industria y libre disponibilidad.