Opinion | 13 Ene Desde el 2 de enero rige un nuevo período de dosificación de perros en barrios de Paysandú a través de la Comisión Departamental de Zoonosis, con el objetivo de controlar las zoonosis parasitarias que transmiten los perros al ser humano.
En esta oportunidad, como en ocasiones anteriores, se harán recorridas casa por casa con personal debidamente identificado, para entregar a los tenedores de canes, a un costo de 35 pesos por perro, un antiparasitario de amplio espectro.
Obviamente, de lo que se trata fundamentalmente es de evitar que el can albergue el parásito que causa la hidatidosis al ser humano.
En este caso el perro es el vector de la enfermedad, que tiene carácter endémico en el Uruguay, y con marcada incidencia en áreas rurales debido a la alimentación de canes con achuras sin hervir, pese a las campañas de concientización que se desarrollan periódicamente.
Lamentablemente, el hecho de que todavía se registren porcentajes significativos de habitantes del medio rural infectados denota que no se ha tomado cabal conciencia de que solo a través de la acción metódica y sencilla de hervir las achuras, y a la vez dosificar periódicamente a los canes se logrará erradicar esta amenaza al ser humano, que puede contagiarse aún en áreas en las que a primera vista no habría peligro de transmisión.
Es decir que estamos en presencia de una enfermedad que hace rato debió haber sido erradicada de nuestro país, y que sin embargo año a año cobra un saldo en casos fatales y pérdida de calidad de vida de numerosas personas que deben someterse frecuentemente a delicadas intervenciones quirúrgicas, con la perspectiva de que igualmente el parásito se reproduzca nuevamente y continúe el peregrinar por las salas de cirugía.
Tenemos ahora una nueva oportunidad de actuar con responsabilidad ante el desafío de erradicar esta zoonosis, haciendo lo que hay que hacer para que dentro de unos años se haga realidad la ilusión de que entre todos contribuyamos a eliminar un factor de riesgo, verdadero estigma de subdesarrollo y desidia.