ERAN TRABAJADORES DEL CINE

Locales | 14 Ene Los ocupantes del edificio del ex cine Astor afirmaron que no son ilegales, y que nada tienen que ver con el retiro de tirantes de madera ni el corte del sauce, sino que “estamos ahí desde 1960, porque mi esposo trabajaba para el cine, y tenía el salón ‘La Ibérica’ al frente”, según dijo a EL TELEGRAFO quien se identificó como la esposa de LFC, quienes viven en el edificio “desde hace 40 años”.
Acompañada de su hija, su nuera y su hermana, la señora señaló que ella misma y su esposo eran trabajadores de Cabor S.A., la empresa que aparentemente pertenecía a la Sociedad Española de Socorros Mutuos.
Desde aquel entonces, esta familia vivió en el edificio del cine, incluso cuando se alquilaba el edificio a otras empresas. Las integrantes de la familia afirmaron que la última vez que se alquiló el local fue para una discoteca, y en ese momento se les construyó una habitación con baño al fondo. Luego la discoteca, en la década de los ‘90 se retiró, y ellos quedaron viviendo en el lugar.
Según sus afirmaciones, por 2004, cuando el ex intendente Alvaro Lamas fue al cine acompañado de Blanco Fadol y un arquitecto municipal para ver el lugar donde se instalaría el museo de la música, se les habría asegurado que les buscarían una solución por el tema de la vivienda.
“NO SACAMOS NADA”
Ratificando que según ellas no son ocupantes ilegales, y que hace años están allí porque en ese lugar trabajaban, las entrevistadas negaron que hubieran quitado elementos propios del edificio, recordando que las maderas y las sillas del cine fueron retiradas por quien ostentaba la titularidad del local hace más de 10 años. También afirmaron que el árbol que fue cortado estaba en el terreno de un vecino y fue talado por él mismo, sin que ellos tuvieran ninguna vinculación con el hecho.
Consultadas sobre si entendían correcto ocupar el edificio cuando es un bien público, afirmaron desconocer quien es el titular actual del local, manifestando la señora que según le informó un edil oficialista, “hay que ver si se disolvió la sigla (sic)”, por lo que no sabrían en qué situación están. De todas maneras, se refirieron a sí mismas como “ocupantes” en cuanto no tienen contrato firmado, pero que están allí porque no tienen vivienda.
Respecto a los ingresos de la familia, aseguraron que LFC recibe una pensión, la señora está jubilada, el hijo actualmente sin trabajo (“vivimos de changas”, dijo la nuera quien estaba con su hija), mientras que la hija de LFC y su yerno están construyendo en una cooperativa de viviendas, y estiman mudarse en 8 meses. Confirmaron haber solicitado el Panes del Ministerio de Desarrollo Social, que les fue negado.
“NUNCA FUERON AL CINE”
En cuanto a si habían recibido alguna comunicación oficial, visita, o citación de la Intendencia u otros organismos, señalaron que excepto la vez que fue Lamas a ver el local, “no fue nadie”. La hija afirmó que en alguna oportunidad fue a consultar a la misma Intendencia, pero que nunca le confirmaron nada, excepto que no se sabía qué iba a pasar con el edificio. Para ellas no se trataría de un bien público, sino que es de la Asociación Española de Socorros Mutuos “mientras no se disuelva la sigla”, y que en ningún momento de este período fueron de la Intendencia a hablar con ellos por el estado del edificio.
Sobre cuál sería su actitud si desde la comuna se les pide que se retiren, afirmaron que lo harían si se les soluciona el problema de la vivienda. Afirmaron que “no es lindo vivir allí, junto con las palomas”, y que lo hacen por no tener adonde ir.
La señora recordó que se presentó en uno de los planes de viviendas para jubilados, y que no pudieron ingresar porque superaban “en 80 pesos” el límite mínimo de ingresos.