Deportes | 18 Ene Rivera 1 Paysandú 1
Escenario: Estadio Atilio Paiva Olivera. Arbitros: Ruben Garro, Julio Rojas y Sonia Chappe (Durazno).
Rivera: Roberto Fernández; Elder Capriolli, Diego Piñeiro (St.27’ Carlos Oliveira), Alvaro Sarquis; Erik Soarez (St.39’ Anderson Rodríguez), Cristian Gómez, Horacio Cami; Michel Riveiro y Marcio Galli; Marcos Ramos y Ricardo Casadei (St.4’ Hugo Silveira). DT: Julio Ferreira.
Paysandú: Federico Acosta; Emiliano Chubrega, Julio Martínez, Renato Della Mea, Carlos Laca; Claudio Inella, Gabriel Thome (Pt. 5’ Nicolás Vieira), Luis Romero, Jonathan Píriz; Ernesto Laca (St.16’ Cejas) y Matías Miller (Pt.45’ Wilson García). DT: Sergio Esquivel.
Goles: Pt.27’ Galli, 45’ E.Laca

De antemano se sabía que no estaba entre los candidatos, que no sería en lo previo de esos equipos que pueden imponer presencia, fútbol y respeto. Y la explicación pasa sencillamente porque esta selección de Paysandú es casi una mirada al futuro, llena de jugadores inexperientes en esto de vestir la Blanca en el pecho.
Pero la llevan bien. Es verdad que se terminó lejos en el Apertura y que, más allá de las enormes ganas, ganar el Clausura puede ser un sueño complicado. Pero anoche y en Rivera la selección sanducera, este joven combinado, volvió a dejar todo para remarla de atrás, sacarse la mufa de encima y rescatar al menos un empate de lares fronterizos.
Es verdad que falta fútbol, pero en esta ocasión llegó al menos en pinceladas y en jugadas que bien pudieron culminar en algún otro festejo. Otra vez hubo que remarla de atrás, porque las cosas comenzaron a ser complicadas desde el inicio. Y basta con tener en cuenta que Thome estuvo solo 3’ en cancha y salió por lesión. Para colmo Rivera, que había tenido más la pelota pero sin llegar a complicar, anotó un golazo de tiro libre para hacer todo cuesta arriba.
Pero Paysandú no se quedó. Con ganas y una voluntad de hierro hizo de tripas corazón y salió a pelearla, a intentar revertir las cosas aunque en el repertorio escaseara el fútbol. Laca se lo perdió sobre los 32’ pero, dejando en claro que las ganas juegan un papel fundamental, el delantero peleó en forma increíble la pelota, ganándole incluso desde el piso a la defensa local, para marcar sobre el final del primer tiempo el empate.
Y le dio tónica al equipo, aunque hubo que sufrir con esa pelota que se estrelló inmediatamente en el travesaño. Porque si bien por momentos Rivera dominó, las chances comenzaban a llegar por el lado de la visita. Inella de cabeza y García por la misma vía avisaron, hasta que también llegó la hora de tragar saliva para esperar el desenlace de un par de jugadas riverenses, que le daban emotividad al partido. Acosta, otra vez de buena labor, realizó una espectacular atajada como para dejar en claro que, si bien la victoria se esfumaba, este joven equipo sanducero no se iría con las manos vacías.
Anímicamente el empate sumó más que tres puntos, y debe servir para lo que se viene, para el Clausura, en el que no alcanzará solo con esto, sino con sumar tres puntos de verdad.