Locales | 18 Ene Ante la merma de caudal debido a la sequía, la toma de agua del embalse de la represa del arroyo Chingolo está bombeando ya muy cerca de la superficie, y se ha dispuesto que se extienda el caño para poner a cubierto el sistema de la falta del líquido elemento, indicó a EL TELEGRAFO Jumil Crouzet Deleón, directivo de Forbel -Univeg S.A, integrante del Consorcio Represa del Chingolo S.A.
El empresario destacó que en períodos cruciales como el que estamos atravesando se pone de relieve la visión de quienes en su momento proyectaron y llevaron a cabo el emprendimiento, y a la vez confirma la importancia de la inversión por la que el consorcio puso en marcha la represa tras más de medio siglo de construida.
Crouzet señaló que durante esta época el riego de las 150 hectáreas de arroz es un gran desafío y solo posible por la existencia de la represa, desde que requiere en 115 días un volumen estimado en los 14.000 metros cúbicos por hectárea, ante exigencias comparativamente muy menores de cultivos como los cítricos, los arándanos y el propio maíz. Explicó el entrevistado que “arrancamos ya la zafra del arroz con un nivel del lago como cuando se termina la zafra, es decir muy bajo, prácticamente al cincuenta por ciento del volumen habitual, y se redujo el área por motivos preventivos y se está suministrando agua satisfactoriamente.Estamos haciendo ya algunas modificaciones en el punto de bombeo, para bajar el nivel de succión, porque estamos viendo que de seguir sin llover vamos a necesitar extraer el máximo de agua de la reserva”. “Hay 150 hectáreas de arroz sembradas y tenemos los naranjales y los arándanos, así como el maíz, pero el consumo del monte es mínimo respecto al arroz, que requiere 14.000 metros cúbicos por hectárea en 115 días, a partir del 20 de diciembre”, observó.
En el caso de los arándanos, estos toman agua del mismo canal de riego, que ingresa a un tajamar desde donde se bombea el agua para este fruto y sigue hacia el arroz, señaló, en tanto en el caso de los cítricos se requiere un máximo de dos mil metros cúbicos por hectárea en el año.