Locales | 18 Ene Intenso movimiento continuó registrándose ayer en el puente “General Artigas”, con algunos períodos de alta concentración de vehículos para ingresar al país, lo que determinó que se habilitaran hasta tres vías de entrada a Uruguay. Para la salida, bastaba solamente con un carril, ya que si bien había un poco de cola, no era muy significativa, y las dependencias argentinas de aduanas y migraciones trabajaban con celeridad.
Ingresaron a Uruguay cientos de vehículos -a la hora de la consulta de EL TELEGRAFO era imposible detallar la cantidad- pero según los funcionarios consultados todo se desarrolló con normalidad y bastante rapidez.
“Solamente una queja era repetida por casi todos los que llegaron al puente”, comentó una funcionaria, “y era el calor que hacía, porque tenían que esperar al rayo del sol”. Claro que en esto influye el horario elegido por los viajeros, llegando al puente binacional, del lado argentino, después de las 14, que fue cuando se dio la mayor concentración hasta las 16:30 aproximadamente.
Según se indicó a nuestro diario, del lado argentino sí había una cola importante, porque la Gendarmería, actuando como policía de caminos, habilitaba el paso de los vehículos en tandas de 30 o 40, para que no quedaran detenidos por la cola sobre el puente.
La mayoría de los autos y camionetas tenían los vidrios bien cerrados, indicando que los sistemas de aire acondicionado funcionaban al máximo. Algunos venían con sus casas rodantes, otros con una apreciable carga de enseres y hasta alguno trajo su moto de agua.
Por otra parte, fue escasa la presencia de camiones de transporte internacional por el puente, aunque ya se notó un sensible aumento con relación a la semana pasada.
SIGUE LA CUSTODIA
Mientras tanto, en la cabecera argentina del puente “General Artigas” los piqueteros no pudieron cumplir con su amenaza de cortar, pero aún se mantenía ayer la presencia de algunos “asambleístas” y también de gendarmes con cascos, bastones y escudos, que custodian ese sector de la Ruta 135.
Ayer se reunían en asamblea -supuestamente serían más de la veintena que están protestando- para decidir qué otras opciones alternativas al corte van a implementar para quejarse por la instalación de la planta de celulosa de Botnia en Fray Bentos.