PRESIDENTE DE CUSAF

Locales | 21 Ene Para el presidente de la cooperativa de deudores Cusaf, Lic. Eduardo Evangelista, la reticencia extrema de los productores rurales a contraer créditos es una buena señal, tras la grave situación que ha atravesado el sector por esta causa en el pasado muy cercano, y a la vez indicó que se están conjugando en este momento la crisis financiera internacional y la sequía para configurar un panorama muy difícil que solo puede más o menos paliarse con créditos sin interés o “blandos”, como está procurando el gobierno.
Consultado sobre el panorama en torno al endeudamiento y la repercusión que generan coyunturas como las que estamos atravesando advirtió que “estamos ahora ante dos crisis: hay una crisis internacional financiera que se está procesando y una nueva crisis a partir de la sequía, que está provocando aperturas de crédito”.
“Tal cual la información del gobierno, se está ante créditos sin intereses, por lo cual no genera endeudamiento en principio”.
“Esa es una buen salida que hay que tener muy en cuenta, porque si no ya estaríamos provocando en el país un nuevo endeudamiento con magnitudes muy profundas, como fue la crisis de 2002”, expuso.
Apuntó que efectivamente los productores rurales son reticentes a contraer nuevamente créditos con el Banco de la República aún para salir de la difícil situación en que se encuentran. “Creo que están ejerciendo todas las gremiales rurales una fuerte presión hacia el gobierno para que otorgue líneas sin cobrar intereses, cosa que ya en algún aspecto lo están logrando, porque en el día de hoy se está entregando ración de cáscara de soja traída de Argentina con costo de capital a pagar cuando haya recuperación en la primavera, o cuando el productor recupera estabilidad en la producción”, evaluó.
Significó asimismo el entrevistado que “eso por lo menos no va a generar endeudamiento primario en el sector lechero o en el agro, en algún aspecto”.
“No se sabe cual va a ser al final la conducta del gobierno con los grandes productores extensivos, porque en ese caso aparentemente se le va a dar crédito con un cobro de intereses y ahí se comienza a generar un nuevo sistema de endeudamiento interno”.
“Si la crisis financiera internacional no golpea y desestabiliza el dólar no hay mayormente potencial riesgo de quedar atrapado, pero todo indica que el dólar va a tener oscilaciones fuertes durante este año y parte del siguiente”, consideró.
“Por otro lado hay cambios importantes en la balanza comercial y en la importación, lo que hará que se afecte al sector de producción en cuanto a la posibilidad de caer en deudas. A ello debe agregarse el manejo de las tasas por los bancos, porque lo que la gente teme es tomar créditos con tasas que están por encima de la rentabilidad de la producción hoy”, manifestó.
Mencionó el caso de los tamberos, “que ya recibieron un golpe el año pasado por la pérdida de valor de la leche, sumado ahora a la sequía que mermó la producción y a la vez le encareció el sostenimiento del ganado. Han tenido que racionar, incluso malvender parte de su ganado porque no lo podían alimentar, va a haber retracción en la preñez, en los terneros, y esto es una cadena que se suma a la compleja situación de la crisis financiera internacional”.
“Tenemos por lo tanto dos crisis muy fuertes y de gran preocupación para todo el aparato productivo, que mal manejado puede provocar un fuerte endeudamiento, y llevar al estancamiento y desatar una crisis”.
“Tenemos una crisis de tipo financiero y afectada por una sequía, al punto que un productor que queda atrapado no tiene forma de generar riqueza, no tiene como alimentar su ganado al no tener sostenimiento, si no se le da esta ayuda como ahora, que es un crédito sin intereses”, manifestó.
Evaluó que “posiblemente el gobierno y todo el sistema político han aprendido que ante situaciones de crisis hay que apuntalar con créditos blandos o sin interés para que se pueda reciclarse riqueza”, que es un aspecto “en el que nuestra institución ha basado su prédica durante cinco años”.