Opinion | 26 Ene Mucho se ha hablado de la sequía que afecta a nuestro país y sus consecuencias. También mucho se ha dicho de las medidas del gobierno, cuyas autoridades defienden a capa y espada mientras los productores las consideran tardías e insuficientes. Sin embargo, hay efectos colaterales que pocos han tenido en cuenta y no porque se trate de problemas menores.
Los tamberos de Florida temen que los efectos de la sequía deriven en hechos violentos. El presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida, Héctor Javiel, dijo a “El País” que se está tratando de controlar “los ánimos” de los productores, exacerbados ante la situación crítica del sector, que según indicó está “al borde del colapso”. El dirigente habló de “propuestas pesadas y hasta violentas”, gente “muy enojada” y que “la cosa está que quema”. Es más que claro que estos sentimientos no son exclusivos de los productores de Florida, ni tampoco de aquellos que no votaron al actual gobierno.
Pero además hay otros efectos de la situación. Como la alerta entre las autoridades del Ministerio de Salud Pública por un eventual aumento de los cuadros depresivos e incluso intentos de suicidio. La pérdida del fruto de años de duro trabajo puede llevar a algunos productores a tomar tan drástica decisión, por lo que las autoridades consideran que es un problema que recién empieza y temen la llegada del invierno, cuando la situación se torna más compleja.
No es responsabilidad de las autoridades que llueva o deje de llover. Sin embargo, no admitir las realidades --por desconocimiento o por temor a los costos políticos-- y las decisiones tardías e insuficientes llevan a perjuicios económicos que pueden barrer con toda una vida de arduo trabajo, e incluso podría llegarse a la pérdida de vidas humanas, para lo cual no existe préstamo ni subsidio suficiente. Sí es deber de las autoridades contar con mecanismos bien aceitados de respuesta rápida para situaciones que afectan la producción del país, así como planes de prevención, en caso de que esto sea posible.