HISTORIA
1890

Locales | 21 Ene Pocas mascaritas, mucha agua y buenos bailes fueron las características del carnaval sanducero de 1890. Así se aprecia a través de las crónicas publicadas el miércoles 19 de febrero de ese año por el vespertino “El Paysandú”. Dice el periódico:
“El carnaval que se fué”
“Está visto que entre nosotros el disfraz va pasando de moda, pues a no ser dos o tres comparsas que recorrieron las calles durante los tres días de carnaval que acaban de transcurrir, pasaría este casi sin ser notado y como burlándose irónicamente de la soberbia humana”.
“En cambio el tradicional juego con agua, aunque restringido los primeros días y por algunas personas a los pomos carnavalescos, estuvo bastante animado en varios puntos de la ciudad, llegándose en algunos casos en algunas casas de familia al extremo de mojar los transeúntes con sendos jarros de agua o descargando el contenido de enormes jeringas de goma, con lo que ponían a aquellos como sopas, o como chupas de dómine”.
“Las comparsas de que sabemos los nombres y creemos fueron las únicas que merecen llamárselas así, de las que se han exhibido por nuestras calles, fueron las de ‘Los Aspirantes’ y ‘Los Negros Aragos’, la primera compuesta de jóvenes industriales y la última formada en su mayoría por soldados del batallón destacado en esta”.
“Por la noche, aparte de los bailes dados en el Casino y el Club, el carnaval se presentó igualmente raquítico y antiestético y el que quiso matar el tiempo en ver los rostros escuálidos y macilentos de algunos pocos disfrazados tuvo que trasladarse hasta la Plaza Constitución, donde algunos centenares de farolillos chinescos y varios palos envueltos por hojas de mataojo, unido a las armonías de una banda de música atrajo, durante las tres noches a sesenta u ochenta mascaritas, compuestas en su mayoría por miembros del bello sexo que llevaban tapada la cabeza y el cuerpo con las sábanas de sus respectivas camas”.