Rurales | 27 Ene Planteando al gobierno algunas medidas que permitan bajar los costos de producción de los tambos, la Cámara Uruguaya de Productores de Leche procura salvar la mayor cantidad de vacas lecheras, para no destruir la máquina productiva.
De acuerdo a lo manifestado por el titular de la gremial, Horacio Leániz, la lechería está en medio de un naufragio y hoy la meta es salvar la mayor cantidad de tambos sobrevivientes, en los que la estrella no es el productor, sino la vaca lechera. La crisis por la que hoy atraviesa la lechería hará perder el 25% del actual rodeo en ordeñe, tomando la mortandad, los animales que van a morir, los enviados a frigorífico y los que están comprometidos en futuras faenas, según dijo a El País. En todos los casos son lactancias que se perderán.
Uruguay maneja entre 370.000 y 400.000 vacas lecheras que son productoras netas y la pérdida será superior a 100.000 vientres. Y cada 70 vacas en ordeñe, hay un tambero. Las pérdidas en el sector lechero superan los U$S 100 millones, a lo que se agregan los cultivos y praderas que la seca destruyó, por lo que la pérdida de vacas y su consecuente ausencia de leche dificultan el futuro del sector.
Leániz entiende que “las pérdidas no son por devaluación de los activos, sino por pérdidas netas de estos y la suba de costos. La brecha entre el costo de producción y lo que el productor recibe por su leche se acentuó”.
Las iniciativas que la gremial planteará esta semana en el Instituto Nacional de Lechería (Inale), donde están representados los tamberos, la industria y el gobierno, se centrarán en fortalecer la línea de subsidios que plantea el Ejecutivo: un crédito para pequeños y medianos tamberos de $1 por litro de leche, buscando bajar los costos directos en los que el Estado tiene injerencia.
“Estamos pensando en no retirar el IVA de la compra, sino que con ese impuesto pagado, en el caso del gasoil se pueda generar un crédito para todos los productores lecheros, equivalente, por lo menos, al compromiso que el sector tiene con el Banco de Previsión Social”.
La idea es que los certificados que la DGI le entrega a los tamberos por el IVA pagado se pueda usar para pagar el Banco de Previsión Social.
“Lo que decimos es que se le extienda ese beneficio a todos los tamberos, incluso a aquellos que tributan por Imeba, de forma de poder usar lo que el productor paga de IVA cuando compra gasoil para pagar el BPS”.
En cuanto a la electricidad, un fuerte componente del costo en el tambo, la idea de la gremial radica en “manejar un subsidio equivalente al IVA que se paga, tomando el ejemplo de la cerveza. Así, como en la cerveza el Estado subsidia a las materias en $ 4 por litro que salen del pago del Imesi, nosotros queremos que el IVA que paga el tambero, con el gasoil o las tarifas públicas, sirva para financiar el subsidio al sector. Por lo menos, que pueda ser una alternativa para pagar el BPS”.
Por otro lado, al excedente de trigo en el país se le pueda dar destino forrajero, para salir de la crisis.
Desarticulación
El desplome del negocio de la leche en China, debido a la contaminación del producto, la crisis económica y encima la sequía, conforman un cocktail letal para los tambos. Leániz señaló que “la lechería está sometida a una desarticulación como nunca se vio en su historia”.
Según la gremial, las medidas oficiales “han sido insuficientes”; pero, de todos modos, apoya la implementación del subsidio de $1 por litro, destinado a pequeños y medianos productores.
“La acompañamos, pero el impacto que tendrá la iniciativa para evitar la desarticulación del sector, será pobre. No la descartamos, pero hoy la prioridad debe centrarse en salvar la mayor cantidad de vacas que se pueda”, aseguró el gremialista.