Opinion | 03 Feb La edad de plena imputabilidad de un menor infractor es tema de discusión tanto en Uruguay como en muchos países, dado que resulta harto difícil determinar en qué momento el “niño” comienza a ser responsable de sus actos y por lo tanto actúa a plena conciencia. Otro aspecto a tener en cuenta es hasta qué edad su conducta puede ser corregida simplemente con apoyo psicológico o la fuerte dirección de un tutor. En este sentido nuestro país --junto con Argentina en la región-- es uno de los más tolerantes, rozando la ingenuidad, al considerar la mayoría de edad recién desde los 18 años cuando la tendencia actual es reducir la edad mínima a 16 ó menos.
Pero dejando de lado tecnicismos, lo que nadie pone en duda es que las “infracciones” cometidas por los menores no son otra cosa que delitos más o menos graves y el infractor consuetudinario se constituye en un pésimo ejemplo para otros niños en situación de vulnerabilidad.
Por tal motivo, la razón aconseja no mezclar niños que viven realidades distintas, como un menor infractor con decenas de “anotaciones” policiales junto con niños desamparados en un mismo hogar. Sin embargo, este es el caso de la dependencia sanducera del Instituto del Niño y el adolescente del Uruguay (INAU) ubicada en Ituzaingó entre Dr. Verocay y Felippone, originalmente concebido como “hogar de niños”, aunque en la actualidad alberga a adolescentes al margen de la ley con orden judicial de permanecer detenidos.
Dado que allí no se cuenta con infraestructura ni recursos para cumplir tal función, sucede que a minutos de su internación estos precoces delincuentes entran y salen del internado “a piacere”, y para colmo usan las instalaciones como “aguantadero” de objetos robados.
Estos inadaptados se constituyen así en referentes entre sus compañeros, aumentando el riesgo de que otros niños opten por el camino fácil de la delincuencia. Por otra parte, es inevitable que la población termine estigmatizando a todos los chicos que allí se albergan, por la creencia popular de que “todos son iguales”.