Paysandú, Martes 03 de Febrero de 2009
Deportes | 27 Ene Regenerativo, trabajo de fuerza y charla. Poco más. Fue tiempo de revisar errores, de buscarle la explicación al por qué del pobre desempeño futbolístico del equipo, sobre todo en el segundo tiempo frente a Artigas.
Lo peor es que el mea culpa no siempre alcanza para poder corregir errores, y así como el Apertura del Litoral Norte pasó como un suspiro para la selección de Paysandú, el inicio de la segunda rueda no fue auspicioso. Y eso que Paysandú está obligado a ganar este Clausura si es que quiere volver a estar en una definición.
Por eso puede asegurarse que las cosas están complicadas en cuanto a las chances que quedan, y que el próximo sábado se debe ganar como sea en casa frente a Soriano para poder al menos sacarse la soga del cuello.
El técnico Sergio Esquivel no se cansa de golpearse el pecho a la hora de buscar culpables, si es que puede haber alguno en una selección inexperiente, prácticamente juvenil salvo alguna excepción y que desde el inicio mismo de este ciclo que se inició por situaciones incomprensibles tuvo gran parte de su destino escrito.
Por eso, lo que busca esta selección es darle pelea a ese destino. Pero quedó demostrado que con dejar todo adentro de la cancha no alcanza.
Ayer se volvió a hacer hincapié en el camino recorrido, planteando lo positivo y lo negativo, pero mirando ya al compromiso del sábado frente a Soriano.
Esquivel no quiso dar demasiadas explicaciones del caso al ser consultado sobre lo hablado con el plantel. “Los jugadores son concientes de que no habían salido las cosas, pero llega un momento en el que te sentís impotente, porque en el complemento no se pudo parar el equipo como el primer tiempo, y ellos no saben por qué”, dijo el entrenador, teniendo en cuenta que muchas veces lo trabajado no se refleja en la cancha.
“Ahora tenemos una pequeña chance, que dependerá de ganar los partidos que tenemos en casa”, agregó el entrenador, que deberá realizar alguna variante obligada por la expulsión de Mattiauda.
Pero no se descarta que sea la única. “Tranquilos no estamos”, dijo el técnico.
Hoy será tiempo de trabajar en cancha, posiblemente en defensa contra ataque, en tanto mañana el plantel hará fútbol en el Estadio Artigas, a partir de la hora 19.
Un error de
los grandes
Más allá de que haya antecedentes, no deja de sorprender que todavía sucedan cosas de este tipo. Adolfo Cubilla, que tenía un puesto asegurado en el equipo de Sergio Esquivel, calentaba con sus compañeros para ingresar al “Matías González” cuando se informó que el volante no podía ser de la partida porque su ficha médica estaba vencida, de lo que el delegado sanducero nunca se dio cuenta.
Rápidamente el entrenador debió cambiar los planes sobre la marcha, dejando obligado de lado a Cubilla para poner a Richard Acosta, tirando por tierra lo trabajado y cambiando, a último momento, parte de la planificación.
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