Locales | 04 Feb Sr. Director: En el mes de enero de 2008 usted publicó un artículo sobre “Rehabilitación urbana” que yo le enviara, y en el cual decía que era muy acertada la iniciativa del Ministerio de Vivienda y la Intendencia de Paysandú de conceder préstamos sin interés y con asesoramiento técnico, con hasta 60 cuotas de amortización por un monto máximo de $72.000, para que las familias puedan destinar a la recuperación de sus viviendas, al cual se le puede adicionar un monto no reembolsable para obras de fachada y/o veredas, de hasta un 30 % del monto del préstamo.
Además de la mejora del aspecto urbano de la aplicación de esta medida, se crean muchos puestos de trabajo de personal que trabaja en estos rubros de la construcción.
En la nota decía también que todas estas buenas iniciativas tomadas por organismos del Estado quedarían incompletas si paralelamente no se corrigen las deficiencias de la Dirección de Paseos Públicos, que desde larga data y con casi el mismo personal jerárquico tiene cada vez más descuidadas las plantas y árboles ornamentales que son tan necesarios por los beneficios que producen y para que la ciudad luzca un aspecto agradable.
 Lamentablemente, esto no se ha corregido y se siguen cometiendo muchos errores en los trabajos del arbolado de la ciudad. Es claro que el personal jerárquico de esta Dirección no está capacitado para dirigir estas tareas, evidenciando sí mucha desidia y desinterés por aprender, ya que estos empleados han permanecido en este cargo por más de 20 años, tiempo más que suficiente para aprender, si es que alguien desea hacer las cosas bien. En el municipio disponen de computadoras con las que pueden comunicarse sin límite de tiempo por Internet y obtener excelente y completa información sobre todo lo referente a la ciencia Botánica y sus diversas ramas. Podrán ver en su ordenador las fotografías en colores de todas las especies vegetales, sus características, la forma en que se pueden multiplicar, cuál es el sitio más apropiado para instalarlas, cómo se deben manejar, etc. Con solo escribir en el buscador “árboles ornamentales”, al instante tendrán a su disposición cantidad de información detallada que brindan verdaderos expertos, con gran experiencia en la materia.
 Disponiendo, como decimos, de estas magníficas herramientas, es increíble que después de tanto tiempo de estar al frente de una Dirección estos jerarcas mantengan un total desconocimiento de las características de las especies de árboles que se instalan en la ciudad , en sus avenidas, sus aceras, sus espacios verdes.
No se tiene capacitación en las tareas de multiplicación de plantas en los viveros y aunque el municipio ha conseguido una buena superficie de tierra, muy bien ubicada en el terreno aledaño a donde se experimentaba con biodiesel, ubicado en Parada Esperanza, el cual cuenta además con una importante laguna de reserva de agua al lado mismo del vivero, la producción de plantas es muy deficitaria por falta de desarrollo y calidad de las mismas.  
 Si bien los viveros del municipio están a cargo de un Ingeniero Agrónomo que ya lleva 19 años en el cargo, porque ingresó con el inicio de la administración del Dr. Larrañaga en 1990, cuando lo visitamos en el invierno pasado en compañía del Intendente Julio Pintos, constatamos en el estado del vivero gruesos errores, tales como invasión total de malezas muy agresivas y competitivas, como la gramilla brava y plantas muy débiles con falta de desarrollo como consecuencia de la competencia de las malezas y falta de un correcto manejo.
Pero si bien se tiene instalado un sistema de regadío por aspersión, de fácil manejo y alambres para sostener los tutores en cada línea de plantas, las mismas presentan torceduras o malformación, lo que evidencia falta de trabajo para corregir esos defectos.  Como consecuencia de la falta de capacitación de los responsables de la dirección en la producción de plantas, se obtienen árboles muy débiles y defectuosos, que luego se instalan en la ciudad.  Estos arbolitos no están preparados, ni en vigor ni en calidad, para ser instalados en la vía pública y como a posteriori no se les aplica un correcto manejo, se logra como resultado que muchos se pierden. Los que logran sobrevivir, presentan defectos que los hacen inapropiados y deberían desecharse porque afean el aspecto urbano. 
Tenemos entonces la paradoja de que, por incompetencia técnica y desidia de los jerarcas responsables de dirigir los trabajos, se estropean más arbolitos que los dañados por los vándalos.
En las fotografías que adjuntamos, tomadas en la vereda del monumento a la Perpetuidad, ponemos ejemplos donde se pueden apreciar los defectos que señalamos y que hacen que todas estas plantas ya no sea posible corregirlas y deberían ser eliminadas. Pero, además, en este lugar que indicamos y también en calle Leandro Gómez entre Treinta y Tres y 19 de Abril, se han plantado arbustos autóctonos de Cassia corymbosa, llamados vulgarmente “rama negra”, confundiéndolos con otra especie llamada “lapachillo”, que es también un árbol nativo. Estos arbustos plantados presentan ramas finas que no se sustentan erguidas, por lo que dificultan el tránsito por las veredas y ya muchos han sido eliminados. La solución encontrada por el director de paseos públicos (que ha sido el responsable de instalar esta especie y a quien he escuchado llamarles “lapachillos”) ha consistido en atar con unas tiras de trapos las ramas de estos arbustos, que nunca serán árboles y siempre serán inadecuados para las aceras. Este director también ha sido el responsable de decir por radio y televisión y publicar en Internet en la página del municipio, que estaban plantando palmeras Fénix canadiensis en lugar de nombrarlas con el nombre correcto, Phoenix canariensis, porque son autóctonas de las Islas Canarias, donde abundan y no en Canadá con un clima frío, impropio para que prosperen palmeras.
 Pero también han cometido otro grueso error al instalar “jacarandás” en las calles Leandro Gómez y Charrúas. Esta especie no es apta para ser plantada en las veredas, porque presenta varios defectos: gran desarrollo de copa que puede llegar a un diámetro de 10 m; crecimiento torcido si no se le ata a un tutor para corregir este defecto; mantiene el follaje durante todo el invierno hasta setiembre, no permitiendo el pasaje de la luz del sol tan necesaria en los meses húmedos y fríos; recién en el mes de diciembre vuelve a desarrollar su follaje, por lo que durante los meses calurosos de la primavera no produce la sombra tan necesaria, mantiene sus frutos, unas “chauchas” que van cayendo durante todo el año cuando hay días de viento fuerte, por lo que es una planta bastante sucia. Presenta, sí, una linda floración de color azul liláceo en el mes de noviembre y un buen follaje pero tardío. Son muchos más los inconvenientes que las ventajas para la instalación de estos árboles en las aceras, por lo que sugerí a la Arquitecta paisajista, que fue la que eligió esta especie, no plantarlos en las veredas e instalarlos en lugares amplios de los espacios verdes, donde no ocasionarían inconvenientes, pero esta profesional no tomó en cuenta mis recomendaciones. El mantener personal jerárquico no capacitado, que vienen desde más de 18 años y más en el cargo en esta Dirección del Municipio, ha dado como resultado que Paysandú presente un lamentable aspecto en su arbolado urbano, con cada vez más errores y descuidos en su mantenimiento y manejo.
Con el mismo gasto o menos aún, poniendo al frente de esta importante tarea a personal idóneo y con interés de hacer las cosas bien, se lograrían excelentes resultados que hermosearían la ciudad y no todo lo contrario, como es lo que se obtiene por desconocimiento y desidia.
Adjunto, también, fotografías de viveros donde se producen plantas en grandes macetas de plástico reutilizables, lo que es muy apropiado para hacer que las plantas logren un buen desarrollo antes de ser transplantadas y poder hacerlo en cualquier época de año, pues las raíces no sufren al ser arrancadas.
Ing. Agr. Ricardo Brasesco