Locales | 05 Feb En la práctica no estaba operando en Paysandú la posibilidad de arrendamiento por temporada de inmuebles al amparo de la declaración de ciudad turística, como en el Este, y los alquileres fraccionados por este concepto prácticamente no se han dado en nuestro medio, por una serie de factores, explicó Jorge Roveta. En primer lugar, en el caso de los operadores inmobiliarios, la inscripción en el registro nacional para poder operar significa un costo de dos mil unidades reajustables, lo que equivale actualmente a unos 33.000 dólares, lo que obliga a manejar un importante volumen de arrendamientos solo para desquitar costos.
En el caso del propietario, el arrendamiento debe hacerse con la propiedad amueblada, lo que obliga a una inversión adicional, por lo que la vigencia de esta facilidad, aún cuando se concrete el anuncio del director municipal de Turismo, de que podría alquilarse sin necesidad de inscripción en el registro, no resuelve algunas de las dificultades, reflexionó.
Explicó que, igualmente, esta posibilidad de alquilar sin registro “no surge de la redacción del decreto, que es muy breve y no da lugar a dos interpretaciones. Ahora, si la intención fue otra, no podemos saberlo. Lo que importa cuando se aprueba un decreto, es lo que se resuelve expresamente en esa resolución”.
Subrayó que “lo único que se hizo, a mi juicio, fue derogar uno de los dos artículos, pero sigue vigente la exclusión de Paysandú en el ámbito de aplicación del decreto 385 del año 1994, que es el que regula el funcionamiento de los operadores turísticos”. Consultado sobre lo que ocurre desde el punto de vista práctico, expresó el entrevistado que en realidad “no se ha operado en Paysandú, salvo alguna situación puntual. En Paysandú hay una oferta muy grande de inmuebles para alquilar, pero con carácter permanente”. Acotó que “partimos de la base de que probablemente menos del cinco por ciento de los inmuebles disponibles para alquilar están amueblados. Es muy difícil cambiar rápidamente de una posición de arrendamiento permanente a los arrendamientos por temporada, porque al propietario le significa por un lado el tener que invertir en equipamiento, y por otro lado la incertidumbre de si el mes que viene lo va a tener arrendado o no”.