Rurales | 02 Feb En la Liga del Trabajo de Guichón funciona con éxito la “hotelería de terneros” que lleva adelante la citada institución con la empresa Unicampo, lo que permite a 11 productores el destete de más de 600 terneros y facilita la recuperación de la vaca en momentos de la crisis por sequía. El miércoles 7 de enero comenzaron a prepararse las instalaciones para los animales que ingresaron el miércoles 14.
Sergio Reyes y Nicolás Ormazábal, duraznenses y estudiantes de la Escuela Agraria “La Carolina”, efectuando su tesis con este trabajo, explicaron a EL TELEGRAFO detalles del emprendimiento. Esto fue precisamente el día de mayor registro pluviométrico del año, hecho que determinó un fuerte impacto en los animales que hasta el momento no conocían este fenómeno climático.
Se efectúa un racionamiento diario con un alimento que posee 15% de proteína. “Comenzamos con 100 gramos y le vamos aumentando diariamente, hasta que alcanzan a comer un kilo de ración y ahí se lo manda al campo para que consuman fibra, pero también continúan comiendo ración”, explica Reyes.
Más allá de las dificultades que los responsables del trabajo se han encontrado, el tema del acostumbramiento “no es muy difícil”, explican. “Se les da fardos entreverados con la ración para que el animal comience a probar la ración, hasta que les guste y después la comen sola”.
La coyuntura actual, en donde los productores deben salvar la vaca en sus establecimientos, llevó a que los terneros llegaran a la hotelería con muy pocos días de nacido, cuando lo aconsejable para este sistema, es que sea con dos meses de vida.
Los animales llegan “muy sentidos del campo”, en ese período de acostumbramiento los terneros se sienten mal y a “algunos ejemplares tenemos que darles un sustituto lácteo en mamadera para recuperarlos y luego integrarlos nuevamente al lote que corresponde”.
El sistema continuará en funcionamiento hasta mediados de abril.
Pasantía
La tarea de estos jóvenes estudiantes de la escuela agraria “La Carolina”, dependiente de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), que pretenden obtener luego de este trabajo el título de Técnico Agropecuario, “se divide en dos pasantías”, explicó Ormazábal.
Por un lado evalúan tres lotes de terneros, según el peso de entrada (el mayor pesaba 110 kilos, el lote menor de 50 kilos, y uno intermedio entre 70 y 90 kilos). “Aquí se evalúa la evolución del peso, la evolución del crecimiento corporal, y la forma en que aprenden a comer el alimento, comparando qué tan rápido comen algunos terneros frente a otros”.
Agregó que la otra pasantía “es hacer un análisis global de este sistema de hotelería de terneros, con las ventajas y desventajas”, pero queda claro que permite el salvataje de los vientres.