Deportes | 05 Feb Esta vez no hay misterios, por simple lógica. Como se preveía tras el choque ante Soriano, la selección mayor de Paysandú no tendrá cambios de cara al clásico del domingo frente a Salto, en partido que se desarrollará en el Estadio Dickinson. La situación tiene su lógica, como está dicho, si se tiene en cuenta que el equipo de Sergio Esquivel llega de obtener su primera victoria en el Clausura del Litoral Norte, la primera del campeonato. Y está a la vista que el técnico se afilió a aquello de que equipo que gana no se toca. Por lo tanto, era de esperar previo a la práctica de fútbol de la víspera, en el Estadio Artigas, que Paysandú mostraría las mismas caras que ante los mercedarios. Y quedó confirmado plenamente en la cancha, dado que el entrenador presentó la oncena en cuestión trabajando en el césped del máximo escenario futbolístico de nuestra ciudad.
Acosta en el arco; Chubrega, Delgado, Martínez y Romero en la defensa; Inella y Cubilla en mitad de la cancha, más adelantados R. Acosta y Píriz, con Ernesto Laca y Piñeiro como delanteros netos. Este será el once sanducero para afrontar el clásico, con una actitud renovada y con la esperanza de que el camino de la victoria no se reduzca tan solo a lo que sucedió frente a Soriano.
Ayer Esquivel ensayó variantes en todas las líneas durante el movimiento, en el que dio constantemente indicaciones aunque lo bueno y lo malo del movimiento se evaluó con mayor tranquilidad minutos después, ya que el plantel se trasladó al Parque Rivabén para seguir trabajando en lo táctico.
Entre los cambios, vale señalar que Aramburu pasó al arco en lugar de Acosta; Della Mea ingresó por Chubrega, Cejas por Romero, Vieira por Inella, Barga por R. Acosta y Alegre por Piñeiro.
Por lo visto, no habrá sorpresas más allá de que aparezca alguna obligada de último momento. Hoy será tiempo de seguir trabajando, seguramente sin la presencia de García (no ha participado de los últimos entrenamientos), y de seguir planificando el viaje, que será el domingo sobre la hora 16. La expectativa pasa, además, por aprovechar la vuelta de Salto y parar durante algunos minutos en las Termas de Guaviyú para que aflojen tensiones los fubolistas, que el miércoles deberán volver a salir a la cancha.