Rurales | 07 Feb La iniciativa del gobierno de importar ración para que los productores solucionaran un grave problema en sus establecimientos, fue totalmente insuficiente y tiene sumamente molestos a los productores. En Paysandú, la Intendencia y las gremiales agropecuarias procuran soluciones ante el delicado problema.
El primer arribo de camiones a Paysandú fue el viernes 23 de enero, con 28.000 kilos de ración para ciudad, Guichón, Quebracho y Chapicuy. Esta semana se repartieron 28.000 kilos más en Tambores y otro tanto en la Ruta 26; “para la semana que viene aguardamos otro camión con ración”, señaló a EL TELEGRAFO la ingeniera agrónoma Sylvia Guerra. Entiende que “tranca la operativa la demanda que tiene Argentina por camiones y por enfrentar también una crítica situación de sequía”.
Hoy analizan a nivel departamental “qué alternativas tenemos de obtener ración en el país, porque hay productores que no pueden tener el suplemento para el ganado, fundamentalmente el sector lechero”.
Reconoció que “en estos momentos hay guardado grano de trigo, el cual podría comenzarse a procesar, lo que generaría alguna disponibilidad de afrechillo de trigo a nivel nacional, pero eso no depende del gobierno sino de los particulares que estén decididos a sacar lo que tengan guardado”. A nivel de las gremiales se están manteniendo contactos con los dueños de los granos y ver “cómo se puede solucionar”. Acotó que en algunas casos “se supo de grano disponible como es Copagran, que tiene exceso de grano de cebada con exceso de proteína y eso está saliendo, algún grano de sorgo que ha quedado depositado en algunos silos –propiedad de algunos productores--, y que ya está saliendo”.
En rojo
A nivel de la Intendencia se sigue de cerca la problemática del sector lechero, con productores que analizan dejar de producir para no continuar trabajando a pérdida, debido a los altos costos de los insumos y lo bajo del precio que reciben por la leche.
“Los productores que tienen una escala mayor están bastante complicados y en algunos casos han solicitado la licencia habitual de verano”, explicó Guerra, agregando que esto implica “enviar funcionarios al seguro de paro, con las consecuencias que esto genera a nivel del país”.
El productor chico y familiar “es el que dedica más tiempo a su trabajo y se esfuerza para sobrellevar esta crisis. Hasta hace dos meses atrás, de repente te dabas el lujo de salir un fin de semana al centro; hoy seguramente no lo está haciendo por la situación que vive”.
Garantes
“Un aval, un garante social”, es el término que debería utilizarse para definir a quienes en cierto modo, “salen de garantía a los productores para que puedan levantar sus raciones”, dijo la ingeniera Sylvia Guerra.
“Esto modifica el concepto de lo que es una garantía, tradicionalmente entendida como quien sale de respaldo de alguna transacción económica”. Acota que el aval, “lo único que está pretendiendo es que alguien diga, que realmente conoce a ese productor”.
Comentó que en Paysandú “se dan situaciones diferentes. En las entregas realizadas en el departamento, en algunos casos fueron firmadas por productores, alguna sociedad de fomento como sucedió en la Colonia Juan Gutiérrez o Santa Kilda”.
Paralelamente refirió a “algunas dificultades en el caso de quienes se inscribieron en la Rural de Paysandú o la Liga del Trabajo de Guichón, en donde los directivos expresaron que no firmaban los avales. Como la intención era respaldar a los productores porque realmente lo estaban necesitando, las juntas locales o integrantes de la Intendencia, entendimos que no podíamos desamparar a los productores”.
Subrayó que es una operativa que “no está comprometiendo a nadie, sino que es solidarizarse con la situación de los productores. Los malos entendidos no generan un buen entendimiento”, indicó Guerra.
Malestar
La Agropecuaria de Artigas está enfrentada con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y no reparte raciones por entender que el vale que deben firmar al momento de la entrega al productor constituye una garantía que no están dispuestos a asumir.
El presidente de la Agropecuaria, Carlos Moraes, dijo que la situación le duele porque su institución siempre estuvo presente en los momentos difíciles. “La agropecuaria de Artigas fue la que ayudó al Ejército cuando tuvimos aftosa. Convencimos a la gente que le debían matar los animales. En esa tragedia estuvimos nosotros. Ahora, cuando hay que entregar raciones, siempre la número uno es la agropecuaria. Somos los que estamos en todos los problemas, los que ayudamos a la gente. Nadie puede decir que la agropecuaria no ayuda a la ciudad de Artigas y a los productores”.
El MGAP ha sostenido que el documento que deben firmar las instituciones que colaboran en la entrega de raciones es un remito y no una garantía.
“Los estatutos no nos permiten firmar los vales porque la cantidad es muy grande. El firmante del vale es el responsable total del vale, es decir, el productor, pero quienes firmamos al costado somos los garantes. Cambiaron el vale cuando protestamos pero nosotros nos asesoramos y nos siguen diciendo que somos responsables. Mientras, el productor chico quedó de rehén de todo esto. Nosotros somos honorarios, queremos colaborar y ayudar pero no podemos asumir esa responsabilidad”, dijo el gremialista a Observa.
En Artigas otras instituciones están participando en la entrega de raciones a razón de 300 a 400 kilos por productor.