Opinion | 09 Feb Según la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, la alimentación de los uruguayos pasará a ser una política de Estado a partir de marzo. Para ello, el nuevo Plan de Alimentación Saludable impulsado por el gobierno elaborará un recetario semanal basado en el consumo de las frutas y verduras más económicas, con el asesoramiento especializado de las nutricionistas.
El recetario será elaborado en base a un conjunto de los productos más económicos seleccionados a través de un estricto control de precios efectuado por el Pit Cnt. El recetario será publicado por la Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales y contará con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud.
Además, la central controlará semanalmente los precios de frutas y verduras, y participará en la difusión de los hábitos saludables a través de los boletines sindicales y sus programas radiales.
También en las escuelas se profundizará la educación alimentaria promoviendo así hábitos saludables entre los alumnos y maestros. De esto se ocuparán las comisiones de salud cardiovascular y lucha contra el cáncer en conjunto con el Codicen.
En mayor o menor medida, los uruguayos conocemos lo que significa una alimentación sana, lo que equivale a decir, equilibrada. Esta debe incluir muchas frutas y verduras, además de carne, huevos, cereales integrales y lácteos. Pero, sin lugar a dudas, la propuesta es buena pues promueve hábitos de alimentación saludable y enseñará a cocinar comidas sanas, lo cual se ha perdido por diversos factores.
Más allá de esto, resultará interesante saber cuán económicas serán estas recetas. Seguramente las amas de casa esperarán ansiosamente el recetario para ver si realmente se puede comer sano y barato, fórmula que la gran mayoría de los uruguayos no ha logrado encontrar.
Entre la sequía, los costos de producción y los porcentajes de los intermediarios, los precios de algunas frutas y verduras se fueron por las nubes. Aunque se ha notado una variación a la baja en los precios de algunos productos puntuales -la manzana que en enero no se conseguía a menos de 50 pesos, hoy se pude adquirir a un precio que ronda los 40 pesos-, la mayoría se mantienen altos. La papa –alimento más que elemental a la hora de preparar una comida- puede adquirirse a entre 20 y 28 pesos, de acuerdo a su tamaño y calidad.  Los precios continúan altos para los bolsillos de algunos uruguayos, especialmente para aquellos que sustentan familias numerosas.
El gobierno exonerará de IVA por 120 días a estos productos, medida paliativa que se espera permita bajar los precios a los consumidores pero que no generará una solución de fondo a la cuestión. Aunque, sin duda, cualquier rebaja que resulte en un alivio para nuestros bolsillos es bienvenida.