Locales | 09 Feb A fines de diciembre pasado se produjo la ocupación “de hecho” por cinco familias en un predio al parecer de propiedad privada, ubicado frente al Cementerio local y del camino que une con Lorenzo Geyres. Al iniciarse febrero ya son veinte los grupos familiares que se encuentran allí, carentes de las condiciones mínimas como son el agua potable, luz o saneamiento. Solo disponen de algunos pozos negros y cinco de las familias ubicadas frente a calle Vilardebó cuentan con energía eléctrica.
Este asentamiento fue iniciado -según lo reconoce él mismo- por Edys De los Santos, quien hoy se identifica como “presidente del barrio en el cual no vivo”, al que se ingresó en fecha precisa: 27 de diciembre de 2008. La zona ocupada está delimitada por las calles Vilardebó -frente a la cual se ubicaron las primeras cinco familias- 25 de Mayo y 18 de Julio y aunque tiene un declive importante, aseguran que ninguna de las familias ocupantes corre riesgo de ver inundada sus precarias construcciones. En la parte baja, bastante pronunciada por la topografía característica de villa Quebracho, no fue abordada.
Acorde a su descripción, las construcciones precarias son todas de madera, sostenidos los techos de bolsas de nailon por algunos palos. Por ese motivo piensan realizar una “campaña de la chapa de zinc” y solicitar la donación de las mismas a la ciudadanía de Quebracho y también de la ciudad de Paysandú.
Pese a las carencias señaladas, asegura De los Santos que han previsto distribuir los espacios ocupados en solares de 11 por 25 metros cada uno y hasta dejar franjas de siete metros para futuras calles por las cuales puedan ingresar y salir ambulancias u otros servicios que necesiten los vecinos.
Problema social
Un aspecto que se destacó es que la mayoría de titulares y otras personas habilitadas para trabajar que integran dichas familias, hoy se encuentran desocupadas. Solamente en tres familias hay personas con trabajo, el que realizan en las empresas forestales u otras rurales de la zona. Esto ambienta una situación generalizada: prácticamente todos los desocupados son beneficiarios del Plan de Equidad -sustituto del Panes- que actualmente se encuentra en vigencia, que les permite un muy menguado ingreso mensual.
Por dicha situación, De los Santos asegura haber solicitado una audiencia al coordinador del Ministerio de Desarrollo Social en Paysandú -concretada en diciembre pasado-, pero ella no tuvo resultados positivos para el objetivo que persiguen y que no es otro que regularizar la situación de permanencia y viviendas dignas en ese predio. Considera que el mismo tendría dueño y que habría una deuda de casi treinta años por no pagar la Contribución Inmobiliaria, lo que aún no fue confirmado por la Junta Local de Quebracho. Con sus integrantes se reunieron días pasados, obteniendo como respuesta que primeramente se debe clarificar la tenencia del terreno que -a su vez- se dijo podría haber sido donado para ampliación del Cementerio.
Luego de ello recién se les habilitaría para gestionar la obtención de materiales firmes para la construcción de viviendas dignas. De los Santos acotó que en la oficina del Mides en Paysandú, al decirles ellos que hace años no se construye un barrio municipal de viviendas en Quebracho, una de las cosas que se les contestó fue que las viviendas no son tema de responsabilidad de la Intendencia Departamental y sí de otros entes nacionales. Sin embargo, las personas que ocuparon y concretaron aquel asentamiento irregular no disponen de un ingreso tal que les permita pagar la cuota mensual de una vivienda.
Hay discrepancias
Es oportuno recordar que este tema fue señalado por personas que llamaron a nuestra sección “Cortocircuitos ciudadanos”, quienes criticaron que haya aparecido un asentamiento irregular en aquella villa.
También expresaron que tiempo atrás la Junta Local había dado su apoyo a un movimiento de similares características, incluso con la entrega de algunos materiales, pero no llegó a concretarse porque el predio que se pretendía ocupar es propiedad del Instituto Nacional de Colonización.
Es evidente que para estas personas no es de buen gusto ni de recibo que Quebracho tenga, en una de sus zonas de acceso y salida, este tipo de asentamiento y menos aún que haya numerosas familias viviendo en precarias condiciones sin las mínimas necesidades de salubridad, seguridad y comodidad que requieren los seres humanos.
A su vez, manifiestan estar pendientes de lo que resuelva la Intendencia Departamental a través de la Junta Local de Quebracho como dependencia directamente responsable, dado que todo esto ocurre en su jurisdicción.