Maldita inseguridad

Policiales | 18 Feb Con naturalidad ingresó a un barrio y de pronto un balazo impactó en la puerta de su auto, a escasos centímetros de su cuerpo. “Por ahí no paso nunca más”, asegura, pero el susto ya se lo llevó.
Iba a pagarle a un muchacho que le ayuda en el trabajo y vive por Éxodo (ex-Nº4), pero se confundió de cuadra y cuando se dio cuenta de que había llegado a Instrucciones del Año XIII (Nº5), tomó por la primera calle para regresar. “Por eso fui por la paralela a Bulevar Artigas que atraviesa el barrio Río Uruguay. Iba circulando a baja velocidad porque la calle es de tosca y no está en buenas condiciones, cuando sentí un disparo y el golpe en la puerta del auto. Al escuchar el ruido de la bala aceleré y me fui lo más rápido posible”, relató a EL TELEGRAFO el infortunado conductor, solicitando no se revele su identidad.
La bala impactó en la mitad de la puerta pero prácticamente en el borde superior donde comienza la ventanilla.
“Llevaba el vidrio bajo y por poquito no me lo pegan, dos dedos más arriba y terminaba herido”, razonó, señalando la marca del proyectil en la puerta de su Fiat y el trozo de pintura que arrasó el balazo.
Indicó que el episodio sucedió el 27 de enero, “el mismo día que le dieron el balazo en la cabeza al militar retirado que vive frente al barrio, pero a mí me dispararon a matar a las 12.30 del mediodía”. El damnificado no vio a ninguna persona en la calle, “dispararon desde dentro de una casa, por la ventana”, comentó. Confesó que más allá del susto y la decisión de no cruzar más por el lugar, optó por no hacer la denuncia policial . “No quise denunciar porque después termino yo con más problemas que los que dispararon. A ellos no les hacen nada y a mí me tienen dando vueltas declarando acá y allá y perdiendo horas de trabajo”.