Paysandú, Viernes 27 de Febrero de 2009
Locales | 23 Feb El astillero local trabaja en la reparación de un remolcador que presta servicios a Botnia hasta Nueva Palmira, siendo esta la tercera embarcación que se repara en Paysandú en medio año.
Aunque no resulta fácil insertarse en un mercado como la industria naval, responsables de las empresas que se han asociado para reactivar el viejo astillero son moderadamente optimistas, aunque también conscientes que se requieren más inversiones.
En principio, la apuesta es a captar embarcaciones navales para realizar en varadero tareas de mantenimiento y reparación, aunque también se avizora como posible la fabricación de distinto tipo de embarcaciones, fundamentalmente barcazas.
La empresa metalúrgica Oltyr, asociada con Indre S.A, propietaria del varadero e instalaciones del astillero local, y la empresa naval montevideana Timón S.R.L, trabajan actualmente en la puesta al día del remolcador “Catalina”, propiedad de Transporte Fluvial Fray Bentos (TFF).
La embarcación, que tiene 20 metros de eslora, 10 de manga, 2,40 metros de puntal y un peso de 240 toneladas, actualmente presta servicios a la planta de Botnia, remolcando barcazas hasta el puerto de Nueva Palmira. Por otra parte, este remolcador dispone de amplias comodidades para la tripulación, contando con cuatro dormitorios, dos baños, amplia cocina y sala de estar, además de las correspondientes salas de máquina y de mando. Cuenta con seis timones, dos de popa y cuatro de proa, a efectos de responder a las exigencias de realizar diversas maniobras para conducir el tren de dos barcazas que diariamente remolca en el trayecto antes mencionado.
El tercero
Se trata de la tercera embarcación que se repara en Paysandú -y la más ancha, puesto que ocupa todo el ancho de la escala del varadero--, ya que el año pasado se realizó el mantenimiento y reparaciones a las embarcaciones estatales Ancap VIII y Ancap X.
En diálogo con EL TELEGRAFO Daniel Zapata, responsable de Oltyr, Carlos Poggi, de Indre, y José Elordy, quien está a cargo de los trabajos de la empresa naval Timón, explicaron las características de esta nueva intervención del astillero local.
Las tareas, que están casi a punto de finalizar y se desarrollaron durante 15 días, ocupan a unas 15 personas --en su mayoría sanduceras-- que han tenido a su cargo la reparación y puesta a punto de hélices, ejes, bujes y timones. El trabajo terminará con la prestación de algunos servicios de mejoras en la estructura de chapa, además de un hidrolavado y enarenado. En la sala de máquinas se cambiaron cañerías de agua, limpieza de tanques de combustible y fueron realizadas tareas de mantenimiento en el área de refrigeración.
Una vez finalizado los trabajos en este remolcador, se realizará el mantenimiento de las embarcaciones areneras sanduceras “Don Pepe” y “Argentina”, propiedad de Indre.
Esfuerzo local
La reactivación del astillero surgió como posibilidad luego que la empresa Indre adquiriera dicha propiedad. “En una primera etapa, cuando se dio la oportunidad de comprarla, lo vimos como un lugar para trabajar con y en los barcos nuestros, estibar material, etc. Luego Oltyr arrendó galpones para instalar su taller metalúrgico y ahí surgieron las inquietudes que nos llevaron a encarar esto”, dijo Carlos Poggi.
“Es un esfuerzo local en rehabilitar el astillero; hemos hecho algunas inversiones necesarias con la perspectivas de captar los primeros clientes y dar a conocer este emprendimiento. Ganas de hacer cosas nos sobran”, agregó al recordar las épocas doradas del astillero a mediados del siglo XX.
No obstante, reconoció que “levantar algo que estaba muy venido a menos, cuesta y habrá que ver cuál será la incidencia real de la crisis financiera internacional en este rubro de actividad”.
“Estamos preparándonos para salir al mercado y creo que estos trabajos que estamos realizando son muy importantes para mostrar que existimos y demostrar nuestra capacidad”, añadió Zapata, quien destacó las virtudes de la asociación con Indre y la empresa naval montevideana Timón.
“Por el momento no tenemos una buena rentabilidad, pero los trabajos que hemos hecho y estamos haciendo sirven para darnos a conocer, pensamos continuar con las inversiones iniciadas --se está reparando la escala y han sido adquiridos equipos de trabajo nuevo como lingas-- a efectos de optimizar el servicio y la operativa”, dijo Poggi.
Perspectivas
El objetivo inmediato de las empresas en cuestión es “insertarse en el mercado y tener continuidad en la prestación de los servicios del varadero y, a futuro, el astillero” ya que apuestan no sólo a la reparación sino también a la construcción de embarcaciones en Paysandú.
Consideran que la coyuntura es favorable respecto a las perspectivas de desarrollo, teniendo en cuenta los distintos tipos de embarcaciones que en la actualidad funcionan en el sistema marítimo de la Hidrovía y los problemas congestionamiento del puerto capitalino para la actividad de astillero.
“Las perspectivas son buenas y tenemos muchas expectativas. Nuestras empresas socias son conocidas en el sector y últimamente no habían podido hacer reparaciones en Montevideo por falta de espacio”, dijo Zapata.
Según informó, se agrega a esto el inicio de controles más estrictos en la realización de las paradas de mantenimiento requeridas a los buques pesqueros que operan en el mar territorial uruguayo, por lo que ese sería otro rubro que interesa captar como fuente laboral para el astillero local.
“La mitad de los barcos pesqueros de Montevideo, que son unos 70 u 80, están para subir a varadero, pero consiguen prórrogas, aunque en algún momento tendrán que parar porque están para reparar. Barcos chilenos que están en el puerto y muchas veces solicitan servicios también podrían repararse acá cuando allá no hay lugar; los españoles están yéndose a su país porque en Montevideo tienen que esperar seis meses para hacer una reparación”, comentó Elordy.
“Habrá que reparar remolcadores y pesqueros, el tema es que empiecen a tenernos en cuenta. Tenemos conocimiento, experiencia y muchas ganas de trabajar pero sabemos que generalmente el centralismo montevideano dificulta los desarrollos locales”, añadió Zapata.
Sobre la reciente adjudicación de Ancap al Ministerio de Defensa para construir en el dique nacional dos barcazas y un remolcador que se utilizarán para abastecer de combustibles al litoral y también estarán al servicio de Alur, los empresarios entrevistados dijeron que no fueron consultados para participar en ese proyecto ni tampoco les fueron solicitadas cotizaciones. No obstante, están procurando una reunión a los efectos de ofrecer los servicios del astillero local para “ver si podemos participar en la fabricación de estas embarcaciones realizando algunos trabajos en Paysandú”.
“Sabemos que el dique de Montevideo estará ocupado por un año y medio y pensamos también que lo que ellos no puedan hacer allá bien podría trasladarse a Paysandú”, dijo el responsable de Oltyr.
Las empresas responsables del emprendimiento de reactivación del astillero local también forman parte del denominado “cluster naval”, una iniciativa impulsada por el Programa Pacpymes de Apoyo a la Competitividad y Promoción de Exportaciones.
“Actualmente un asesor realiza el relevamiento de las empresas del cluster con miras a ver hacia dónde se pueden canalizar las inversiones”.
“Nosotros aspiramos a que llegue alguna de esas inversiones a este varadero para ayudar a la empresa local Indre, que es la que está haciendo el esfuerzo. Si eso se concreta, sería una cosa muy buena porque nuestra meta es dejarlo de primera”, puntualizó Zapata.
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