ANIMALES MUERTOS

Locales | 27 Feb Aridez, tajamares resecos y aguadas consumidas. La tierra marcada como ravioles y plantíos seriamente comprometidos. Ese era el panorama de la semana anterior en gran parte del territorio departamental.
A causa de la sequía los productores vieron cómo en muy poco tiempo el ganado sufría las consecuencias, hasta llegar en algunos casos a la muerte. Y EL TELEGRAFO pudo apreciarlo durante su última recorrida por parajes, y centros poblados de la Ruta 26 así como por la denominada “Ruta de los Charrúas” que une Arbolito, Tiatucura, Morató, Tres Árboles, Alonso, Merinos, Piñera y Guichón.
A medida que avanzábamos por los caminos vecinales, el olor nauseabundo advertía claramente del avanzado estado de descomposición de algún animal que yacía en la cercanía. Efectivamente, en un corto recorrido pudimos observar seis vacunos muertos.
Los demás aprovechaban para comer los pocos pastos que sobrevivieron a la vera de los trazados de tosca, pues las recientes lluvias habían reverdecido algunas franjas en zonas donde --según narraron los pobladores-- no llovía desde octubre de 2008.
A pocos kilómetros de Arbolito hicimos una pausa para descansar e intercambiamos un breve diálogo con un paisano, quien mientras vigilaba celosamente a sus animales comentó: “a la oveja no la acosó tanto la sequía, porque como puede ver, ella se las ingenia con el pasto corto nomás. En cambio a la vaca se le complica...”.
Al observar la tropa era fácil comprobar lo angustiante que ha resultado el verano para el sector agropecuario. Aunque en la recorrida y sin olvidar lo dramático de la situación, un aparcero comentó “estas vacas están más para un desfile de Giordano que para dar carne o leche”, mientras con una sola mano armaba  tranquilamente un tabaco.