Deportes | 03 Mar Fue una jornada agitada. Todos se mantuvieron atentos al teléfono, que como nunca cobró vital importancia. En lo deportivo, el fallo del Tribunal Arbitral de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) anunciaba desde Montevideo, pasadas las 14 horas de la víspera, que el partido suspendido por gresca generalizada en el marco de la primera semifinal del Litoral Norte entre Paysandú y Salto se daba por finalizado, y que se multaba económicamente a las dos Ligas.
La reacción sanducera no se hizo esperar. Por un lado, los dirigentes de la Liga rápidamente tomaron la determinación de apelar el fallo, con el objetivo de que no fuera fijado el partido revancha por parte del Consejo Ejecutivo de OFI, que entendía que el pleito debía llevarse a cabo en la presente jornada.
Los sanduceros enviaron mediante un fax el anuncio de apelación por lo que hoy, cuando se promulgue el fallo, el Ejecutivo de OFI no podrá  fijar la revancha.
Por otro, se comenzó a estudiar rápidamente las bases de la presentación que se realizará ante OFI, por lo que se citó a una reunión entre los tres neutrales de la Liga, quienes trabajan en las diferentes comisiones y también Marcelo González, abogado que integrara en su momento el cuerpo de neutrales. La reunión se pactó para la hora 19, pero mientras tanto en el Parque Rivabén el plantel y el cuerpo técnico de la selección analizaban el fallo y las posibilidades de apelar, lo que determinaría entonces que el partido revancha se postergara aun más en el tiempo.
A las 20 horas los jugadores y el técnico Sergio Esquivel se trasladaron a la sede de la Liga, con el objetivo de solicitarles a los dirigentes que no apelaran el fallo, ya que la selección quería jugar cuanto antes la segunda semifinal frente a los salteños y así terminar con esta situación, entendiendo que el fallo era prácticamente una tomada de pelo y que no se podía extender este momento de incertidumbre. La postura de los futbolistas fue dada a conocer en la sala de sesiones de la Liga ante los directivos, que calmaron los ánimos del plantel explicando cuáles serían los pasos a dar y el por qué de la apelación. Tras algunos minutos, los futbolistas se retiraron de la sala conformes con el respaldo mostrado por quienes tendrán ahora la responsabilidad de armar cuidadosamente la apelación para comenzar a jugar un nuevo partido, ahora político.