Generadores privados de electricidad

Locales | 28 Feb En el actual gobierno ha comenzado a instrumentarse la denominada Ley de Marco Regulatorio, que permite la compra de energía eléctrica a privados, lo que es un paso adelante para el contexto en que se encontraba Uruguay en la materia, pero las licitaciones que se han realizado hasta el presente son por escasa potencia. Así destacó el presidente de la Asociación de Generadores Privados de Electricidad, ingeniero Miguel Fraschini.
Señaló que también promueven la ampliación del tope de la potencia de los emprendimientos, pues existe interés de inversores en energía pero hay excesiva “timidez” en el Poder Ejecutivo para avanzar en este tema.
Manifestó Fraschini que “el emprendimiento de Liderdat, de Azucarlito, al igual que otros que se están poniendo en marcha en el país, está amparado por la Ley de Marco Regulatorio, que es una ley que estaba promulgada en 1997 y que no había sido implementada hasta este período de gobierno”.
Acotó que “la ley establece que los privados puedan entrar a generar y aportar energía al sistema público, bajo diferentes modalidades.
Una de ellas es concertar contratos de largo plazo con el distribuidor, que es UTE en este caso, --el único distribuidor del Uruguay--, que puede licitar potencias y adjudicarlas, además de establecer contratos de largo plazo a precio firme”.
“De hecho en 2006 se instrumentó la primera licitación importante y había un antecedente que había resultado bastante frustrado. Esta licitación arrancó en 2006, por un total de 60 megavatios, se adjudicaron solo 36 en 2007 y en estos días se están terminando de adjudicar los 24 restantes, culminando así la primera etapa”, señaló.
Expresó asimismo que “estamos en realidad en lo que podríamos decir como una prueba piloto, y en nuestro concepto es un poco tímida, pero es un buen punto de partida.
Azucarlito participó con una propuesta para esta primera licitación, y fue rechazada por una diferencia de precios muy pequeña, en la primera etapa, en la que se adjudicaron 36 megavatios”.
“El fracaso de nuestra propuesta, que proponía una caldera y equipamiento nuevo, por una potencia un poco mayor a la actual fue lo que nos llevó a reformular el proyecto”, explicó. “Hicimos un proyecto menor optimizando los recursos de que disponemos, teniendo en cuenta que tenemos el ‘know how’ por tratarse de una empresa que ha generado energía eléctrica para consumo propio”.
Destacó que fue así que se llegó a una asociación con inversores por partes iguales “apostando a una modalidad de contrato que tiene sus riesgos. La primera modalidad posible es un contrato firme a largo plazo, y la segunda, que fue la que elegimos, que es la de ir al precio del mercado del momento o “spot” y la única certeza que tenemos es que toda la energía que estemos en condiciones de producir la vamos a volcar a la red. Tenemos un sistema de despacho libre, no debemos pedir permiso para aportar esa energía a la red y esa electricidad que aportemos se nos va a remunerar con un precio variable, que va a depender de otras fuentes de energía que se estén utilizando en determinado momento”.