Deportes | 04 Mar Se puede esperar cualquier cosa. Salto vino, inició los incidentes que terminaron suspendiendo el partido frente a Paysandú en el Estadio Artigas, y termina llevándose un punto importante del Estadio Artigas.
Está todo demasiado claro: quién inició la ya famosa gresca generalizada, cómo se desarrollaron los hechos y quiénes fueron los identificados, seguramente demasiado pocos en número quizá porque varios de los jugadores salteños se dieron vuelta la camiseta para no poder ser individualizados, como lo demuestra la foto. El infome del árbitro Jesús Castro (San José Interior) fue lamentable, así como poco aportaron los informes de los veedores, y todo terminó en un fallo del Tribunal Arbitral de OFI que no es alejado a la realidad teniendo en cuenta los datos recibidos por sus integrantes, pero que sin lugar a dudas termina siendo un premio para el que vino, armó lío y se fue, con un empate a cuestas.
La contradicción radica en que, sin haber “culpables”, el tribunal asegura que su espíritu es que los partidos se definan en la cancha pero no fija los 40 minutos que restaban para finalizar esta primera semifinal del Litoral Norte entre Paysandú y Salto, lo que termina siendo un premio para los naranjeros que comenzarían jugando con inferioridad numérica ese “pico” (siete contra ocho), con el riesgo de que se le expulsara un jugador y terminara perdiendo el partido por 3 a 0 como marca el reglamento.
En cambio, Salto se asegura un empate a la espera de la revancha. Ahora, la Liga de Paysandú comenzó a jugar ahora un partido aparte, lejos de la cancha y de final incierto. Por lo pronto, al menos logró suspender el partido revancha entre Salto y Paysandú, que se había fijado para anoche.  Pero la novela tiene, seguramente, muchos capítulos más. S.T.B.