HISTORIA
1887

Locales | 13 Mar La crónica del vespertino sanducero continúa relatando: “La orquesta rompía poco después en armoniosos acordes y entre el bullicio de las alegres máscaras que poblaban los salones; entre las frases galantes y las bromas delicadas aunque cáusticas cambiadas soto vocce detrás del abanico de plumas y de oro, según la expresión de Bécquer, infinidad de parejas se entregaron a los placeres inefables de la danza mientras las horas, esas horas tan abrumadoras y fatigosas cuando se trata de la lucha por la vida, se deslizaban insensiblemente entre el bullicio y la alegría de aquellas fiesta de buen tono”.
“Entre la infinidad de familias que realzaban con su presencia la brillantez de la fiesta recordamos a las de Piaggio, Cánepa, Seró, Gorlero, Boero, San Julián, Cat, Solari, Fontans, Cornú, Bianchi, Bergallo, Etcheverry, Buffet, Varela, Valentín, Engelbrecht. Krop, San Román, Mautone, Ribero, Strauch, Mongrell, Quijano y otras que se escapan a nuestra infiel memoria en estos momentos”.
“La comparsa que entonó primero sus bonitas canciones fue la de ‘Las Pescadoras Napolitana’ haciéndolo con sumo gusto, por lo que mereció muy justicieros aplausos”. “Luego le tocó el turno a la de ‘Las Floristas Sanduceras’ siguiendo a esta la de ‘La Edad Feliz’, ‘Los Marinos Orientales’ y ‘Los hijos del Pueblo’”.
“Las palmas tampoco escasearon para estas últimas comparsas, todas las cuales cumplieron un rol airosísimo en el festival de que nos ocupamos”.
“‘Los Hijos del Pueblo’ en el deseo de mostrar sus simpatías por las comparsas anteriormente citadas obsequió a cada una de ellas con una bellísima corona de flores artificiales siéndole retribuida galantemente la fina deferencia, con otras coronas delicadamente confeccionadas”.