Deportes | 16 Mar MENDOZA (Especial, por Santiago Balbis) Hizo quizá más de lo que pudo. Adriana Herrera cayó de pie ante una rival que fue más de principio a fin, más allá de que los primeros asaltos fueron más parejos que lo que se vendría a partir del cuarto asalto.
El título Sudamericano terminó siendo una utopía para la joven boxeadora sanducera, que ante la mendocina Yesica Marcos cayó por nocaut técnico al anunciarse desde su rincón que no saldría a pelear el noveno round.
La decisión del técnico Ruben Márquez fue, sin lugar a dudas, acertada. Porque Marcos fue superior en todos los aspectos, aunque se encontró con una muchacha que no bajó los brazos, que peleó casi sin pensar a partir del cuarto round. Fue en ese asalto en el que Herrera sintió más de lo esperado las pesadas manos de Marcos que una y otra vez se estrellaban sobre su rostro. Herrera ya no tenía reacción, no atinaba a demasiado ya que –como reconoció luego la sanducera— perdió lucidez. Pero aun así no bajó los brazos, ni siquiera cuando desde el rincón se le dijo que no saldría a pelear el noveno asalto después de un complicado round anterior, en el que por dos veces la sanducera se arrodilló en la lona.
Tan es así que si bien en Paysandú seguramente las piedras estarán al caer, en San Martín (Mendoza) la propia campeona sudamericana no encontraba respuesta lógica a la entereza y guapeza de Herrera, que se fue ovacionada y felicitada por todos más allá de que “La Joyita” no se cansaba de pedir perdón a los sanduceros sumergida en lágrimas.
Será el grupo de trabajo el que deba encontrarle las explicaciones a lo sucedido. Pero más allá de que es lógico pensar que a Herrera le falta quizá mayor experiencia para acudir al llamado de un título de estas características, es justo decir que se encontró con una boxeadora fuerte, de pegada fulminante y de buena técnica, a la que enfrentó debiendo subir dos categorías. Y se terminó pagando el precio no deseado. Ahora será tiempo de reflexionar, de buscarle las explicaciones a la situación, y de trabajar pensando en el futuro, esperando que no se vuelvan a saltear escalones. Mientras, no hace falta decir que Herrera cayó de pie.

ADRIANA HERRERA
“Lo hice todo de corazón”
No lo podía creer. Lloraba de impotencia, y parecía estar muy por debajo de sus 19 años. Adriana Herrera soñaba con el cinturón Sudamericano de la Categoría Supergallo, pero la realidad le pegó duro.
“Estoy recaliente… después me agarrás tranquila”. Las primeras palabras de Adriana Herrera tras caer vencida por KOT técnico ante Yesica Marcos, lo decían todo. De nada le sirvió que una y otra vez le golpearan el camarín para hacer notas o para sacarse fotos con quien había sido vencida.
Ni siquiera varios de los jurados se quisieron perder la foto con “La Joyita”, a quien alentaron permanentemente pese a la derrota.
“No estoy conforme. Me llevaba diferencia en kilos y se sintió”, agregó la sanducera, que a partir del cuarto round peleó como inmersa en una nebulosa, sin poder reaccionar y sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Pero quería seguir luchando.
“Todo lo hice de corazón; mareada hice ocho rounds. En el cuarto empecé a sentir manos y no podía recuperarme. El rincón decidió que parara, pero yo quería seguir. No quería bajar los brazos. A la profesión la llevo bien, la mayoría de los combates fueron duros, ante las mejores, y acá choqué con una. Con Yesica Boop choqué dos veces, pero Marcos es más dura que ella; no más boxeadora, pero sí más dura”, dijo ya con mayor tranquilidad.
Y se sumergió un poquito más en sus explicaciones. “Quería seguir, pero no tenía conocimiento de nada. Sé millones de combinaciones pero no me salía nada, no podía recuperarme. Ella apuntó siempre arriba, abajo me entraron algunas manos pero no las sentí tanto como arriba. A partir del cuarto round no me recuperaba pero no por falta de aire, sino de conocimiento. No me salía nada de nada”.
Poco a poco lo fue asimilando, aunque su rostro seguía inundado en lágrimas amargas. “Esto me va a servir porque ahora conozco lo que se siente en un nocaut. Le agradezco a la gente que me aplaudió pese a la derrota, y gracias a Uruguay, al que también le pido perdón”, tiró.