CR. ALVARO CERNICCHIARO

Locales | 13 Mar Para el contador Álvaro Cernicchiaro, dirigente del Centro Comercial e Industrial de Paysandú, el gobierno  tiene ante sí el desafío de adoptar decisiones en el tiempo justo ante la crisis financiera internacional, porque en algún caso puede pecar de apresuramiento y en otro de  excesiva demora, lo que depende no solo de la profundidad que adquiera la crisis, sino también de su duración.
Sin embargo, evaluó que en el caso del agro y sobre todo a raíz de la sequía, la reacción del Poder Ejecutivo ha sido tardía y que las medidas adoptadas no contemplan las necesidades del sector. Manifestó que “hay una expectativa contenida sobre todo por ver qué pasará a nivel internacional,  pero se está a la espera de que se vayan determinando los elementos. Entiendo que  Uruguay, por su pequeñez, con su mínima influencia a nivel internacional, tiene que estar a la expectativa de lo que sucede en el exterior. No se pueden adoptar decisiones apresuradas porque ello puede derivar en inconvenientes futuros, como  también puede ser un inconveniente tomarlas tarde”.
“Tenemos el caso, por  ejemplo, del agro, donde entiendo que el  gobierno ha tenido una reacción tardía, más que nada ante el escenario que se ha venido dando por la sequía, porque además de haber caído sustancialmente los precios internacionales de los productos agropecuarios que exporta Uruguay, tenemos las consecuencias de esta demora en reaccionar”, precisó. Asimismo dijo que el apoyo recibido “es muy leve para lo que es toda la estructura agropecuaria, tanto en especies como en prórroga del pago de obligaciones  fiscales. En este sentido se debió haber sido mucho más contemplativo con un sector que genera muchas divisas, mucho movimiento interno y comercial”.
Las dificultades
Respecto al panorama actual en el agro evaluó que “se han adoptado compromisos en función de un escenario distinto, y explotaciones ganaderas, agricultura o de otro tipo, se han visto muy perjudicadas. Evidentemente, en la época de  bonanza se hicieron inversiones en compra de maquinaria y bienes de capital, bienes de uso necesarios para la producción, y al venirse los precios a la mitad ello ha  generado condicionamientos importantes, no solo para cumplir con esos compromisos sino también para poder tener cierto nivel de rentabilidad, que a la vez se ha visto agravadas por la sequía y las medidas  tardías”.