Visita de director de material naval

Locales | 14 Mar La Dirección General de Material Naval de la Armada Nacional analiza la posibilidad de que el astillero de Paysandú participe en la construcción de partes de las barcazas de combustible y de un remolcador que la fuerza construirá para Ancap. Autoridades de la dirección recorrieron el astillero local para conocer las instalaciones y mantuvieron una reunión con los representantes de las tres empresas que lo integran.
El director de Material Naval, contralmirante Alberto Caramés, señaló que se está “en el proceso de la implantación de todo el equipamiento e instalaciones para quedar, en un mes y medio o dos meses, en condiciones para empezar definitivamente con lo convenido con Ancap” para la construcción en su astillero de dos barcazas de combustible y un remolcador. El total del proyecto es de 12.510.000 dólares.
Consultado por EL TELEGRAFO respecto a la posibilidad de que algunas de las piezas de esas embarcaciones se construyan en Paysandú, respondió: “estamos justamente haciendo esta visita para tratar de ver las instalaciones y, en la medida que en alguna de las etapas del proceso de construcción tengamos que solicitar el apoyo, creo que de llegar a algún acuerdo, vamos a poder participar en el mismo”.
Caramés considera que el astillero sanducero tiene condiciones para realizar algunos de estos trabajos. “Creo que ya tiene una experiencia muy interesante en el área de mantenimiento, y en el área de construcción que seguramente en algunas etapas de procesos de construcciones de buques, como los que se van a hacer para Ancap y como las que ya hicimos para Botnia, seguramente tenga cabida la participación del astillero de Paysandú”.
Adelantó que el astillero sanducero podría participar en la construcción de “algunas partes del casco, o tal vez alguna parte de la proa, que exige muchas horas de trabajo de soldadura”.
Destacó el hecho de que empresas privadas se unan para realizar estas tareas: es “una vieja aspiración. De hecho, se ha formado en el último año un cluster naval, que está nucleando a todas las empresas de reparaciones y de construcción naval, y si otros países lo han hecho, tenemos muchas esperanzas que también se pueda hacer con astilleros estatales y privados también”. La autoridad naval admitió que para la Armada es una experiencia nueva la participación de astilleros del interior del país. “Estamos explorando esa posibilidad. Hemos visto que en otros países se está haciendo, especialmente en Europa y en algún otro país del Mercosur, específicamente en Paraguay”, dijo.
RECLAMAN APOYO
Representantes de las empresas Indre, Oltyr y El Timón, que manejan el astillero local, valoraron positivamente la visita de las autoridades navales y reclamaron apoyo estatal para continuar desarrollando el emprendimiento, en el que trabajan unas veinte personas, dependiendo de las tareas que se estén realizando.
Mario Macri, de la empresa Indre, señaló la necesidad de apostar al futuro, tener fe y arriesgar para conquistar. “Se comenzó haciendo pequeños trabajos. Ya hoy estamos sacando, en los últimos seis meses, el tercer barco, pero ya es un remolcador que pesa 400.000 kilos para la empresa Christophersen, que trabaja para Botnia. Y hay perspectivas también de que el gobierno de ciertas ventajas impositivas a los efectos de que haya inversión, pero sobre todo a la captación de espacios laborales”.
Afirmó que se debe “intentar llevar adelante todas las posibilidades de trabajo, sin egoísmos, con altura, sin mezquindades, y sabiendo que el capital más importante de todas las empresas es la gente”.
Por su parte, Miguel Ayzaguer, de la cooperativa El Timón, expresó que reflotar el astillero local “era una quijotada porque hacía muchos años que estaba abandonado”, pero hoy el trabajo está dando resultados. “Estamos realmente orgullosos de haber tomado la iniciativa, de haber invertido, de haber apostado a que se puede y demostramos que se puede con muy pocos medios, sin ningún tipo de apoyo estatal, ninguno. A pesar del cluster que integramos, en realidad nosotros no hemos tenido hasta ahora ningún apoyo estatal, estamos peleando por nuestros medios”, dijo.
“En aquel momento decíamos: esto hace parte de un proyecto de país productivo, que nosotros entendemos que debe desarrollarse. Pero no podemos esperar a que nos caiga nada del cielo porque no va a caer. Nosotros nos pusimos a trabajar, con lo que tenemos, y hemos demostrado que es viable, que se puede, y que si tuviésemos una pequeña ayuda de parte de un Estado que se supone quiere desarrollarse de verdad, con el trabajo, que es lo único que genera riquezas, entonces el Estado debería en alguna manera empezar a apoyar para que nosotros logremos formar la capacidad instalada que nos permita competir a nivel internacional en los grandes requerimientos que tiene nuestra industria”, añadió.
INDUSTRIA SIN CRISIS
Ayzaguer resaltó que la crisis económica no ha tenido incidencia en la industria naval. “Todo lo contrario, porque no existe ningún tipo de transporte más barato que el transporte naval. Y en los momentos de crisis es cuando más se desarrolla. Y esa realidad la tenemos acá, lo que tenemos que saber es si el Uruguay va o no va a participar. Acá hay que hacer miles de embarcaciones. El Uruguay necesita una flota pesquera nueva, una flota mercante para sacar nuestro productos”, dijo.
“Dentro de esa visión, nosotros seguimos mostrando que con esfuerzo, podemos y seguimos a la espera de que se nos apoye, no que se nos regale nada”, sostuvo Ayzaguer, y apostó a la formación de personal sanducero necesario para el desarrollo de esta industria.